Ha nacido una estrella

La delirante victoria de Marc Márquez en el GP de las Américas, disputado ayer sobre el circuito homónimo de la ciudad de Austin (Texas) pone a todo el mundo de acuerdo en que, con él, llega el inicio de una leyenda que tendremos la suerte de ver en directo. Primera “pole” de su carrera en la calificación del sábado y primer registro de récord: el “poleman” más joven de la historia, batiendo al mítico Freddie “Fast” Spencer al que volvió a destronar el domingo al convertirse en el piloto más joven en vencer un GP de la categoría reina del motociclismo. Con veinte años y sesenta y tres días, el de Cervera reduce en 18 meses la anterior marca que data, ni más ni menos, de hace treinta años: diez antes de que Marc llegara al mundo.

De película
Y, sin embargo, la gesta pasa a segundo plano por obra y gracia de la forma en que fue conseguida. Márquez erró en la salida donde fue sobrepasado por su compañero Pedrosa y el inquieto Bradl, del que deshizo en un parpadeo; se pegó como una lapa a Dani y transitó con él la mitad de la carrera poniendo, de paso, tierra de por medio con sus perseguidores, entre los cuales el bicampeón Lorenzo fue el más aplicado y, sin tener nunca una moto a la altura del rápido circuito, circuló en tierra de nadie hasta conseguir la tercera plaza del podio. El resto de los participantes se convirtieron en meros figurantes del tercer “remake” de “A Star is Born”, esta vez sin Barbra Streisand o Judy Garland entre sus protagonistas. Márquez, como ya hacia el genio Nieto, observó cada inclinada de Pedrosa, caza trazada de su Honda y cada pálpito de su mano derecha al dar gas y, cuando observó que estaba maduro, le propinó un sutil y dulce mordisco en la yugular para quedarse con la gloria eterna del primer puesto en el cajón de vencedores. El adelantamiento, limpio como una virgen, afilado como una navaja de barbero es hoy motivo de charla desde Pekín hasta Talavera (Rosendo Mercado dixit) y las impresiones y expectativas que ha levantado de repente nos hacen reproducir una y otra vez el DVD-Player. No ha sido una victoria estratosférica, esas llegarán más tarde o más temprano, ha sido un éxito psicotrópico, vamos de “flipar en colores” como se dice ahora.

Otro “nene”, otra carrera
En el otro lado del planeta, y cuando Márquez se estaba cepillando los dientes del que iba a ser el día más feliz de su vida, otro casi barbilampiño, Sebastián Vettel, con otro adelantamiento de maestro, agrandaba un poco más su todavía corta leyenda. La víctima del mordisco del alemán era otro ilustre, Fernando Alonso, y la pista estaba en Bahrein, sólo que Vettel no esperó a mitad de carrera, sino en el inicio de la misma. Curiosamente, “Baby Schumi” es el poseedor del récord de precocidad en GP’s de F-1 y, al igual que Márquez, cuando consiguió su hazaña ésta se valoró aún más dado el nombre de su predecesor (otra vez Alonso). Sebastián Vettel, olvidadas ya las “chorraditas” derivadas de su rifi-rafe con Mark Webber, asestó un contundente golpe al casi recién iniciado Mundial, obteniendo una victoria tan cómoda como autoritaria (él mismo la catalogó de “fluida”) que no sólo le distancia peligrosamente de sus rivales, entre los que sobresale Kimi Räikkönen, muy eficaz en el manejo de su consistente Lotus-Renault, sino que demuestra que toda la traca levantada por el equipo Red Bull a propósito de los neumáticos de 2013, no es sino una maniobra de distracción para que nadie mire un coche que, a buen seguro, ha recibido el enésimo retoque técnico del mago Newey.

En casa de “il cavallino rampante” se vuelve a hablar de mala suerte cuando las grandes esperanzas de victoria de Fernando Alonso se truncaban por un problema en el DRS de su monoplaza que le hundían a la última posición de la carrera y reobligaban a una remontada cruel para obtener los míseros cuatro puntos de botín de la 8ª plaza. El muy avezado técnico español Joan Villadelprat, otrora jefe de mecánicos de Benetton, McLaren y Ferrari, en su columna del diario “El País”, reflexiona sobre el asunto: me adhiero totalmente a su opinión.

Mañana, más
Por lo demás, luces y sombras en el deporte dominical español: Nadal «palma” ante Djokovic, “Purito y Valverde  no pueden con Martin en la Lieja-Bastogne-Lieja, pero Nico Terol y Álex Rins firman otro “triplete”, junto con Márquez, del motociclismo español. Donde se pongan las “courses” que se quite el fútbol… y los toros.