El diputado nacional del PSOE y ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, manifestó en Alcázar de San Juan que la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy “deberíamos derogarla inmediatamente porque es un elemento muy dañino para la economía española”.
Para argumentar esta petición, Caldera se refirió a la tasa de destrucción de empleo producida en España a lo largo del ejercicio 2012, «la más alta de cualquier país de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que ha llevado a 830.000 ciudadanos a engrosar las listas del paro», una cifra “devastadora” que «continuará de forma similar en 2013, año en el que el parlamentario socialista pronostica 600.000 desempleados más», y añadió que la tendencia negativa continuará también el próximo año.
En este sentido, el dirigente socialista advirtió de que “la medicina está matando al enfermo en lugar de curarlo, y ya tenemos seis millones de parados. ¿Qué quieren, que lleguemos a los siete millones?”.
A renglón seguido, Caldera exigió una reacción a “estos señores que nos gobiernan” para cambiar un rumbo. “Soy partidario de realizar un ajuste equilibrado y una reducción flexible de déficit, al igual que tengo claro que las administraciones públicas deben ser austeras, pero de lo que no soy partidario es del suicidio económico”.
Jesús Caldera tildó de “política económica inadecuada” tanto en España como en Europa, pues a su juicio ambas “han centrado sus objetivos en medidas pro cíclicas que están dando rienda suelta al despida usted”.
El diputado nacional del PSOE indicó que «ni el contrato para emprendedores ha tenido alguno pese a que es un chollo para las empresas, no solo al permitir el despido libre, sino también porque los propios empresarios reciben importantes subvenciones por contratar a un joven para despedirlo al año».
Caldera rehuyó de “la receta del despido” como única vía para el ajuste cuando entiende que «debería primar y fomentarse todo lo contrario, el mantenimiento y la creación del empleo, puesto que aun reconociendo que la situación es difícil», dijo que ésta «se está agravando y alargado en el tiempo porque la receta que está prescribiendo el señor Rajoy al enfermo no lo cura, sino que lo debilita y lo hace recaer en su dolencia, algo que ya hace hasta el Fondo Monetario Internacional».
El ex ministro de Trabajo insistió en «rechazar de plan»o la fórmula de recortes y más recortes de Rajoy y Merkel porque “aunque nos podemos quedar en una anemia, es posible que las proteínas ya no sean suficientes para el enfermo, aunque lo realmente grave es que cuando las cosas vayan mejor difícilmente vamos a poder recuperarnos porque la estructura productiva estará muy dañada”.
El motor de la inversión pública
La apuesta de los socialistas en un contexto como el actual pasa por fomentar la inversión desde el sector público, «que es el único que ahora mismo tiene capacidad para ello», razón para que Caldera criticara «el debilitamiento de los servicios públicos desde el Gobierno de España», ya que se mostró convencido de que “no ayudará a que mejore la economía, más bien todo lo contrario, la empeorará y, por tanto, difícilmente vamos a salir de esta crisis”.
Sin salir de esta línea expositiva, Caldera también apuntó que “si la iniciativa privada no puede invertir alguien lo tiene que hacer. Japón y Estados Unidos lo están haciendo pese a que ambos tienen mucha más deuda que España, pero están creciendo y generando empleo para pagar esas deudas”.
Jesús Caldera se pronunció así momentos antes de intervenir en un ciclo de conferencias organizado por la Agrupación Socialista de Alcázar de San Juan, actos abiertos a la participación de toda la ciudadanía que como el celebrado en la tarde noche de ayer contó con la asistencia de distintos colectivos.
La secretaria general del PSOE de Alcázar, Rosa Melchor, coincidió en el carácter lesivo de la reforma laboral del PP para los trabajadores, que en el caso de su localidad –dijo- se ha convertido en un eslogan fraudulento que decía ‘Si busca empleo, vota PP’”.
Melchor concluyó diciendo que la reforma laboral «ha sido un ataque frontal a los derechos de los trabajadores, por no hablar del gran engaño de los dirigentes del PP, que nos prometieron empleo, empleo y empleo y no han hecho más que lo contrario, destruir y destruir puestos de trabajo”.