Baile, guitarra y el cante se dieron cita en Argamasilla de Alba en el I Festival Flamenco “Primavera del Cante” con el apoyo de numeroso público

Muchos artistas a lo largo de los años han intentado definir qué es el “duende”, tal vez  un estado de ánimo, una predisposición, un arte innato… para Federico García Lorca «El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies». Hoy en día, todavía nadie sabe decir que es exactamente eso del “duende” pero todo el que asistió el pasado domingo al Teatro-Auditorio de Argamasilla de Alba, pudo sentir como saltaba del escenario para llenar el patio de butacas e impregnar a todos los asistentes al I Festival Flamenco “Primavera del Cante”.

alba_flamencoUna primera edición que contó con la participación de los cantaores José Cantón y Roque Barato “El Torres”, junto a los guitarristas Alejandro Lozano y Rafael Trenas, respectivamente, y la Academia de Baile “Rosa Mercedes”, de Tomelloso.

Este festival, “nace desde la ilusión y el compromiso con este bonito arte”, afirmaba José Cantón, un cantaor que empezó tarde, pero como afirmó la presentadora, Argelia Sáez, “al igual que el buen vino, mejora con el tiempo”. Cantón, acompañado de Lozano interpretó: ‘Granaína y media’ (dedicada a Federico García Lorca), bamberas, fandangos, bulerías (Tres puñales) y El abuelo, esta última una milonga que el público pide en cada uno de sus conciertos.

Varias de las componentes de “Rosa Mercedes”, fueron las encargadas de abrir el festival con ‘Sevillanas del Pañuelo’, de Vicente Amigo, y el ‘Zorongo’, de Carmen Linares. En su segunda intervención, entre la actuación de los cantaores, sorprendieron al público, en esta ocasión, con originales coreografías en las que hacían arte con el taconeo y el vuelo de sus mantones.

Cerró el festival el moraleño Roque Barato “El Torres” acompañado de Rafael Trenas, una pareja que ya ha visitado en varias ocasiones la localidad, dejando al exigente público argamasillero siempre ávido de más.

En esta ocasión El Torres, que no defraudó a nadie, cantó por malagueñas, tientos-tangos, tanguillos, fandangos y seguidillas con las que estuvo “espectacular”, según el respetable; tocando prácticamente todos los palos con mucho gusto y poso artístico, encandilando al público que superaba los tres cuartos del aforo.

En el flamenco es muy importante la conservación de las raíces  porque siempre se acaba volviendo a ellas, por ello y en homenaje al festival flamenco que se celebraba en la localidad allá por los años 70, impulsado por la Peña Flamenca Fosforito, el festival lleva este nombre.

El momento más emotivo de la noche llegó con la dedicatoria de un fandango de gloria por parte de Cantón a uno de los fundadores de la peña flamenca fosforito, José Carretón Rubio, al que una enfermedad le tiene postrado desde hace veinticinco años en una silla de ruedas, y a pesar de ello quiso estar presente en el nacimiento este festival.

El espectáculo contó con la colaboración de la Diputación Provincial de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba y la organización de la Asociación Cultural Flamenca “Amanecer”.

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