Javier Fernández-Bravo del Prado.- Juan José Espadas, maestro-entrenador nacional de karate y nihon tai-jitsu, fue el encargado de dirigir la III Jornada de Defensa Personal para Mujeres. Después de una breve introducción en la que agradeció la presencia de las participantes y remarcó los objetivos de la actividad, quiso recordar que el mejor método para la resolución de conflictos se basa en la prevención el diálogo y que la respuesta física debe ser sólo el recurso que accionamos cuando han fallado la otras alternativas. Espadas, a lo largo de tres horas, desarrolló su propuesta de trabajo que dividió en tres bloques: el primero, encaminado a mostrar las formas básicas de autodefensa, que aunque naturaleza ecléctica, los fundamentos técnicos que iban a ver a lo largo de la sesión estarían basados principalmente en la disciplina de nihon tai-jitsu, un método superior de defensa personal que se enseñan y práctica en el Club Shotokan. En este apartado el ponente enfatizó la necesidad de desarrollar una actitud personal que favorezca el desenvolvimiento en este tipo de situaciones. Para comenzar, se mostró un elemental sistema defensivo, basado en el mantenimiento de la capacidad de respuesta y la utilización de manos y brazos cómo elementos de protección. a continuación, se realizó una práctica de las formas de golpeo más útiles, por sencillas y eficaces, basado en puntapiés, codazos, golpes de mano abierta o ataques con los dedos a las zonas anatómicas más accesibles y vulnerables.
En el segundo y tercer bloque, se abordó el estudio de los contextos en los que se producen la mayoría de las agresiones de las que la mujer es víctima: el primero de ellos sería el propio domicilio, en el que el agresor es un familiar, por lo general el marido, pareja o ex pareja. Se analizaron las llamadas “situaciones tipo” que responden a patrones de conducta del agresor basados en que su manifiesta superioridad física provoca intimidación y sometimiento por parte de la agredida. Se práctico por parejas reproduciendo situaciones “habituales” de acoso y agresión e intentos de violación en distintos espacios del hogar, como en pasillo, la cocina o baño, el salón, etc. En ponente quiso poner de relieve la versatilidad de las técnicas y su alto grado de eficacia en estas tesituras y que, por esto mismo, la respuesta debe ser juiciosa, ponderada y proporcionar a la gravedad de la agresión, evitando causar un daño mayor del que se quiere impedir.
En el tercer bloque, se trató las agresiones en espacios públicos, como la calle, el lugar de trabajo, el portal, el aparcamiento, garaje… Para complementar este bloque, Espadas recalcó y mostró lo interesante que resulta para el propósito de la autodefensa el uso de objetos cotidianos, como llaves, bolígrafos o cualquier otro utensilio a nuestro alcance que nos aporte contundencia y eficacia en las acciones defensivas.
Para finalizar, Juan J. Espadas, una vez más quiso priorizar el mantenimiento la actitud preventiva, alerta y no confiada por parte de las potenciales víctimas. El instructor del Club Shotokan quiso enfatizar que antes que otro tipo de actuaciones, hay que evitar la confrontación y disuadir al agresor y, cuando haya indicios serios de peligro, alertar a los cuerpos de seguridad.