Hay un cierto interés en los medios deportivos madrileños (por cierto, ¿por qué “madrileños en lugar de madrideños?) en acompasar cualquier tipo de dialéctica del deporte en general a la que ocurre en el ámbito del fútbol. Una inestimable carga de emociones que habitualmente se vierten en el deporte de once contra once se traslada al tenis, balonmano, esquí, golf… y Fórmula Uno. Observar todo bajo el prisma futbolístico y, más aún, madridista induce a errores de gran bulto, incluso cuando se habla de la polémica Casillas-Mourinho. Pero no todo en el mundo es fútbol y querer obcecarse en ese manido prisma lleva a nuestro titular: Marear la perdiz.
Viene al caso tan prolijo preámbulo por la insistencia en los medios citados (As & Marca) de seguir dándole vueltas al asunto de Malasia y Red Bull, así como las impresiones interesadas de Mercedes y Ferrari. En casa de la bebida energética, Vettel dice “me pagan para ganar carreras”; en las flechas plateadas, Rosberg significa que él hará lo que sea por el bien del equipo, sabedor que éste será ecuánime en el trato con Hamilton. Para dorar el pastel y ponerle guinda encima, Alonso declara que para él está antes el equipo que su interés personal… ¡Anda ya!
Que después de tres semanas sin carreras, llegando a la tercera cita del mundial, todo el interés radique en “el último fuera de juego, del último partido” nos parece una simpleza sólo digna del mundo del once contra once. Decía Joao Havelange, máximo preboste de la FIFA, cuando le preguntaban porqué el fútbol no se dotaba de tecnología para evitar las trifulcas sobre el “gol fantasma”, el “orsay” o los penalties mal pitados, que con esos “errorcillos” se lograba polemizar durante toda la semana, vendiendo, en consecuencia, millones de periódicos. Pues bien, esa parece ser la esencia de la información que nos dan los “sabelotodos arrivistas” de las carreras.
Al grano. En los dos primeros libres, nuestro amigo Massa marca el mejor registro, por delante del inefable Räikkönen y de nuestro paisano Alonso. Los temidos Red Bull, víctimas de una sobre degradación de gomas, sólo pudieron personarse en la 5ª plaza (Webber) y la 10ª de Vettel. Los Mercedes se han intercalado en la lucha (Rosberg 4º y Hamilton 7º), con el arbitraje de Button, sexto en la provisional y los sorprendentes Force India (Sutil & Di Resta) justo antes del tricampeón, Vettel. La jornada de hoy debutaba a las cuatro de la madrugada, hora española, y los Ferrari seguían al mando, con Alonso en “pole” y los Mercedes acosándole e intercalados con Massa. Vettel ya era quinto en los terceros libres, pero la calificación iba a ser otra cosa, sobre todo porque, en cierta manera “desenmascaró” al equipo campeón con dos golpes de efecto hasta ahora inéditos. Pero vayamos por partes. En la Q1 sorprende que todos esperen a los últimos doce minutos (sobre 20 de la sesión) para marcar registros y la razón no puede ser otra que el intento de ahorrar esfuerzos a unos neumáticos que, en su compuesto blando funcionan con “unos de calificación”, en palabras de Hamilton. Esa razón se evidencia cuando los equipos punteros, que nada tienen que temer en esta fase, optan por la táctica Abarrategui y calzan blandos: Hamilton precede a Rosberg, Massa, Alonso y Vettel con los lógicos intercambios de último segundo: nada nuevo bajo el sol.
La Q2 (15 minutos) parece calcada de la anterior en cuanto a que todos se toman su tiempo para salir pero, cuando la sesión esta cuesta abajo y el más rápido en pista era Mark Webber, de pronto su Red Bull entra en lo que los franceses llaman “panne d’essence”, es decir seco de gasota, pifiando de paso su buen porvenir en la parrilla y dando otro acento a la teoría de la conspiración del equipo energético. El último golpe de efecto se desarrolla en la definitiva Q3, calcada en parsimonia con sus precedentes, donde el tricampeón sorprende a todos equipando a su bólido con ruedas duras lo que le apartaba de antemano en la lucha por la “pole”, pero le dejaba en una magnífica situación estratégica de cara a la primera parte de la carrera… si hubiera marcado tiempos, porque no llegó a cruzar por la bandera a cuadros y su registro anterior lo mandaba, directamente a la novena plaza, situación más que discreta que, salvo que guarde un as bajo la manga, le dará más de un dolor de cabeza durante la carrera de mañana (9:00 en horario de Madrid). Conclusión: Mercedes, Lotus y Ferrari copan las seis primeras plazas con sus gallos mandando: Hamilton, Räikkönen y Alonso para la foto y la rueda de prensa. ¿Quién se atreve a pronosticar este podium? Si estás ansioso por elevar tu pronóstico a la red, pincha ahí abajo y te vas a enterar.
Flipo!!!!cojonudo
Pues ya somos dos,