Ángel López Jiménez. Grupo Provincial de Educación del PSOE.- Es monótono leer la prensa diaria y elevar el espíritu más allá de: miserias, corrupciones, “tú más”, herencias recibidas, argumentos canallescos, estafas bancarias y líderes que gobiernan con apariciones en un plasma televisivo como si representara a espectros de tiempos pasados.
Hemos dejado de gozar con la ironía, con la templanza, con la pedagogía política, con la cultura de ser mejores. Dice Tristán en ‘La verdad sospechosa’ que “las narices les crecieron” y no se sonrojan por esa nariz crecida. Nos intentan robar la democracia, y el país, y hasta las esperanzas.
El año 2014 será el del maná prometido. Y así semestre a semestre, con las narices creciendo y creciendo. Aunque los informes del Banco de España digan lo contrario, a pesar de que las autoridades europeas nos enmienden nuestras mentirosas cuentas nacionales, y teniendo ese espejo en Portugal donde su Tribunal Constitucional les ha negado esas políticas de recortes y recortes.
Supongo que la nariz les dará todo un respingo cuando se topen con sus cansinas mentiras que son desmentidas por la pura realidad. Todavía recordamos cuando coreaban con melodía de oposición “no más IVA, no más IVA”, o cuando en los telediarios mil se desgañitaban afirmando “es un disparate subir el IVA.
Acabamos de conocer que en el último trimestre del 2012 las artes escénicas españolas han visto huir de las butacas a 1,8 millones de espectadores en los espectáculos de teatro, danza y música. Un millón debido a la brutal subida del impuesto indirecto, y el resto como consecuencia de la propia crisis económica que se iba a resolver cuando volviera la confianza a ese reino mágico de Moncloa. Un millón de ciudadanos ha estado ausente de los espacios escénicos en sólo tres meses, ya que no han podido pagar un impuesto que la incultura introdujo el invierno pasado. Los mismos informes aseguran que en esos tres meses lo que se ha recaudado de menos son 33 millones de euros, que no están en las arcas de la industria cultural…ni tampoco en Hacienda.
Ahora que está a punto de presentarse la edición 2013 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro tenemos que afirmar que ha sido un gravísimo error subir el IVA cultural al 21%, que es toda una mancha negra en la historia cultural española que tardaremos mucho en recuperar. Lo que el Festival de Almagro tendrá que presupuestar por IVA para pagar al Ministerio de Hacienda será más que la aportación económica de la Secretaría de Estado de Cultura al propio Festival.
No es sólo un gravísimo error en términos económicos, es que nuestro país no merece vaciar las butacas de muchos de sus espacios escénicos por la desfachatez de un mensaje puramente ideológico .La cultura no es el santo mercado, es la educación de los pueblos para ser más auténticos, mejores, más libres, más críticos, más duendes, más democráticos. Subir el IVA cultural tan desproporcionadamente es manifestar la debilidad de no creer en nada.
Creamos los ciudadanos en la cultura .La cultura no puede caducar, lo diga o no el BOE, tenemos la palabra activa, la denuncia de lo que no nos gusta, brindemos con unos versos o con una sinfonía por una cultura accesible y democrática, para disfrutar de las sensibilidades colectivas del arte y de la risa, del deleite y la reflexión.
El BOE podrá decir que los yogures no caducan, pero las bacterias fermentadas tienen su tiempo; y el BOE podrá decir que la cultura sí caduca al 21%, pero los ciudadanos tenemos que proclamar a este gobierno de narices crecidas que los gobiernos europeos que tomaron antes esa misma decisión “abdicaron” de sus errores en breve tiempo. Igual se podría bajar el IVA cultural con los ahorros de los yogures caducados.
¡Pronto veremos a Tristán en Almagro!