La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha destacado “la inmensa labor que están haciendo los productores, cooperativas e industrias regionales dedicadas al aceite oliva, que han llevado a incrementar un 46 por ciento las exportaciones en la última campaña para lograr el hito histórico de superar las 41.000 toneladas”.
Soriano, que ha asistido esta mañana a la XXV edición del ‘Concurso de Poda de Olivo’ de Camuñas (Toledo), ha resaltado que este aumento es más importante si cabe en un contexto en el que las exportaciones de aceite de oliva español disminuyeron un 2 por ciento. “Lo que pone en evidencia que el aceite de oliva de Castilla-La Mancha cotiza claramente al alza en los mercados internacionales”, ha destacado.
Asimismo, la consejera ha explicado que el sector del aceite de oliva facturó en la campaña 2011/12 unos 300 millones de euros, de los que el 28 por ciento, casi 84 millones, se deben a las ventas fuera de España, entre las que, además del tradicional mercado de la UE, están cobrando importancia otros como Estados Unidos, China, India o Brasil.
La consejera ha animado al sector “a mantener el esfuerzo exportador y a seguir apostando por los productos de calidad, que al tener un valor añadido se cotizan con mejores precios y aportan mayor riqueza a todo el sector”.
En este sentido ha recordado que Castilla-La Mancha cuenta con cuatro denominaciones de origen de aceite de oliva y tres marcas colectivas de calidad. “Todos ellos y aceites de otras zonas de la región compiten a nivel mundial”, ha señalado.
Plan de reestructuración del olivar
En todo caso, María Luisa Soriano ha hecho hincapié en que quedan aspectos por mejorar, y ha ofrecido el apoyo del Gobierno regional al sector para ello. En este sentido, ha señalado la necesidad de incrementar los rendimientos, ya que aunque concentramos el 16 por ciento de la superficie nacional de olivos, tan solo representamos el 7 por ciento de la producción española”.
Por ello, ha incidido en la necesidad de avanzar en una reestructuración para conseguir unos olivos más rentables y competitivos, a la vez que ha apostado por aumentar la superficie de regadío, que actualmente sólo supone el 5 por ciento de la superficie de olivo regional.