Aunque con una repercusión más silente que en el caso de san Juan de Ávila, lo cierto es que la también cuna de san Juan Bautista de la Concepción, reformador de la Orden Trinitaria, está siendo referente religioso este 2013 y foco de visitas a Almodóvar del Campo. Este año se cumplen los 400 años de su muerte, la mitad de los que suma el fundador de los trinitarios, san Juan de Mata. Ambos motivos justifican la celebración de año jubilar en tres emplazamientos relacionados con sendos santos: el Vaticano, Salamanca y Córdoba.
Aunque fuera del mapa ‘oficial’ de este otro jubileo queda la villa y ciudad en la que vino al mundo, en 1561, san Juan Bautista de la Concepción, quienes se sienten vinculados y cercanos a este hombre cabal que también tuvo un importante peso, en este caso para el devenir de la orden que profesaba, están visitando todo aquel testimonio que sigue en pie en Almodóvar. Y como anfitriones a estos peregrinos, nadie mejor que los miembros de la Hermandad de los Santos.
“Hacemos un recibimiento muy bonito porque somos gustosos de que vengan”, comenta la presidenta de este colectivo, Paqui Hipólito. Uno de los ejemplos más destacados se pudo compartir el pasado mes de marzo, cuando desde la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción del madrileño barrio de Aluche, recaló un grupo de casi medio centenar de personas en su particular ‘ruta concepcionista’ hacia Córdoba, lugar donde reposan los restos de este religioso y escritor ascético y místico. Al frente, un viejo conocido de Hipólito y otros integrantes de la Hermandad, el padre Isidro Hernández Delgado, con la intención de volver a estar cerca de las piedras que conocieron bien al, a la postre, santo. “La gente viene con mucha emoción a pisar donde él lo hizo, donde se bautizó a los siete días de nacer y la gente quiere verlo en su tierra, junto con la reliquia que guardamos”, apunta la responsable cofrade.
El propio padre trinitario incidía a este respecto desde el pequeño altar de la coqueta capilla que preside lo que queda de su casa natal. “Aquí está físicamente presente el santo ahora mismo, con su mandíbula y eso quiere decir que estamos, efectivamente, en un lugar santo”, refería para añadir que “os pido que os dejéis llevar por la imaginación 400 años atrás, en este pueblo, en este lugar y sintáis su presencia entre nosotros”. Con esa intención celebrarían estos peregrinos una eucaristía en honor al santo almodovareño, con la presencia física de la reliquia referida y que, al final, pudieron besar los visitantes.
Como bien apuntaba otro peregrino llegado del barrio madrileño “aquí veía la luz un manchego enviado por Dios y al que todos veneramos”. Fue, tal y como añadía, hace algo más de 400 años y desde entonces “él nos mostró con su vida cuáles han de ser las actitudes de los auténticos renovadores”. Por eso, tanto estos como otros feligreses y trinitarios que visitan Almodóvar del Campo, se encomiendan a este santo reformador para que “nos ayude a ponernos siempre en manos de Dios y que siguiendo sus enseñanzas sepamos ser solidarios con los pobres y cautivos manteniéndonos fieles, como él lo fue, al carisma de Juan de Mata”.
Pero el papel de la Hermandad de los Santos no se está limitando a ser los perfectos anfitriones para las visitas relacionadas con los trinitarios. También se desplazan a otros lugares de referencia y, así, se han ganado ya este otro jubileo.
Fue a principios del pasado mes en Córdoba. “Organizamos el viaje y el autobús se llenó enseguida el autobús; la gente fue muy a gusto y disfrutando mucho”, recuerda Paqui Hipólito. Durante la mañana, los almodovareños peregrinos tuvieron ocasión de visitar, junto a una guía, la judería, la sinagoga y la catedral para, después, reponer las necesarias fuerzas en un restaurante. Y a las 16,30 se dirigieron a la iglesia de los trinitarios, donde fueron atendidos por el superior, el padre Pedro Huertas y por el ministro provincial, el padre Luis Miguel Alaminos. “Allí coincidimos también con otros grupos laicos trinitarios que iban a participar en la misa y compartimos lecturas y preces. La verdad es que resultó una eucaristía muy conmemorativa, muy bonita y llena de ilusión”, rememora Hipólito. La jornada en la capital cordobesa se completaría con la visita a una exposición alusiva a este año jubilar.
En España, también es Salamanca sede jubilar por ser en este caso donde reposan los restos de san Juan de Mata. Así fue decretado, junto con Córdoba o la Santa Sede, por el hoy Papa emérito Benedicto XVI, de quien Paqui Hipólito guarda imborrables recuerdos y un cariño rebosante de todo corazón. “Me emociono cada vez que veo las fotografías, porque a raíz de su anuncio de retirada volví a repasar el álbum”, apunta.
Como se recordará, esta vecina de Almodóvar del Campo tuvo la ocasión única de postrarse ante Su Santidad y recibir su bendición durante la ceremonia de proclamación del paisano san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia, el pasado otoño. Un hecho histórico que le lleva a decir, sin dudarlo, que “Benedicto XVI en Almodóvar ha sido, es y será una persona a la que estemos agradecidos siempre enormemente por la proclamación del doctorado y los jubileos de nuestros dos santos”.
Acerca de las razones que le llevaron a tomar la decisión de ceder el paso, la presidenta de la Hermandad almodovareña dice recordar, tras los dos momentos de cercanía que tuvo ocasión de compartir, que “el Papa estaba ya de una manera que se le veía demasiado obligado en estas cuestiones tan serias y de tanta responsabilidad”, por lo que no le extrañó mucho su renuncia al cargo. “Siento una poquita pena de que se haya ido, pero a la vez reconozco que es un hombre muy exigente y respetuoso consigo mismo y creo que ha hecho lo que tenía que hacer”. Ahora, en su nueva etapa como emérito retirado del mundanal ruido, “pienso que san Juan de Ávila le va a ayudar muchísimo en esos escritos que, se dice, va a hacer muy interesantes y nuestro paisano le va a ayudar también para que lleve esa nueva vida como él se merece”.
Y mientras el nuevo papa Francisco, “que nos ha caído muy bien” afirma Hipólito, prosigue en esa nueva orientación a la cúpula eclesiástica que tanto está encandilando a propios extraños, en Almodóvar del Campo siguen afanándose desde la Hermandad y la Parroquia, con innumerables apoyos, en atender a cuantos peregrinos se acercan. Como bien dice, éste está siendo “un año único para este pueblo; estamos con una sensación de que no lo creemos pero estamos en unos momentos históricos para nuestro pueblo”, lo que satisface a la hora de valorar el “mucho trabajo que estamos teniendo, pero todo ello se lo merecen los dos santos que tenemos”.
….Padre, todavía me acuerdo de cuando daba clases en el colegio PP. Trinitarios de Córdoba, del viaje de Fin de Curso a Italia (donde uno se perdió) y de lo que le gustaban a usted los caramelos de piñón, caray.