Juan Ramón Manrique.- Debe de andar muy orgullosa la comunidad educativa del IES “San Juan Bautista de la Concepción” de Almodóvar del Campo por la excelente intervención de seis de sus estudiantes en la Olimpiada filosófica que tuvo lugar el pasado viernes en el gran salón de actos de la Escuela Politécnica de la Universidad Autónoma de Madrid ante más de quinientas personas deseosas de disfrutar del precioso espectáculo de la retórica y la oratoria.
Los jóvenes manchegos participaron en un apasionante debate contra el IES “Severo Ochoa” de Alcobendas (Madrid) despertando grandes vítores y aplausos por parte de un público entregado al maravilloso show filosófico. Ambos rivales debieron reflexionar ante la atenta mirada de los asistentes en torno a la cuestión “¿se puede conocer la realidad?”, correspondiendo al centro almodovareño la defensa del “no”, debiendo encontrar acertados argumentos que demostraran que la realidad no se puede conocer.
A pesar de las duras e inteligentes refutaciones de sus oponentes, los estudiantes de nuestra tierra consiguieron aguzar el ingenio para salir airosos de la dura batalla dialéctica sirviéndose de los filósofos Sexto Empírico, Descartes, Pirrón, Cicerón, Carnéades, Platón etc. para fundamentar sus ideas y poder argumentar con rigor y convicción.
Alejados del lenguaje falaz y tabernario al que nos tienen acostumbrados políticos y estrellas televisivas, los alumnos de ambos equipos dieron una lección de elegancia en el diálogo, de respeto por el pensamiento, de cordialidad y de atractivo discurso. Sin lugar a dudas fue muy emocionante la experiencia allí vivida tanto por los atentos espectadores como por los elocuentes intervinientes.
Aunque algunos se empeñen en extirpar la filosofía de los planes de estudio, olimpiadas como la disfrutada en la Universidad Autónoma demuestran que jamás podrán acabar con “el amor a la sabiduría” (significado etimológico de “filosofía”) porque muchos jóvenes como los del IES “San Juan Bautista de la Concepción” y del IES “Severo Ochoa” están dispuestos a recoger el testigo de los gigantes de la historia del pensamiento. ¡Gracias por seguir emocionando con el pensamiento! La filosofía sigue viva así que ¡viva la filosofía!
Mi más cordial enhorabuena para vosotros y a vuestro profesor o profesores que han participado en la preparación del debate en esta OLIMPIADA.
Saludos a todos.