La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha realizado un primer balance provisional de los daños provocados por las lluvias persistentes acaecidas en la región en este año 2013, en el que los técnicos han confirmado que éstos han sido afortunadamente reducidos, afectando en distintos grados a menos del 2 por ciento de la superficie agrícola y ganadera, y los siniestros han sido mucho más reducidos, limitándose a 1.500 hectáreas por el momento.
Hay que recordar que el mes de marzo ha sido el más lluvioso en España desde que en 1947 se empezaron a registrar datos meteorológicos, aunque los daños por lluvias persistentes no son tan fuertes como los causados por el pedrisco o una larga sequía como la del pasado año.
Por cultivos, el ajo en la zona de Cuenca, ha sido el más dañado y el que presenta mayores pérdidas de producción, que pueden alcanzar el 100 por 100 en algunas parcelas, ya que a las lluvias se les ha unido el desbordamiento de río y otros cauces de agua. En todo caso, el alto apoyo económico que mantiene el Gobierno regional a la contratación de seguros agrarios ha llevado a que el 90 por ciento de la superficie ajera esté asegurada.
Asimismo, el cereal y los herbáceos se han visto afectados en varias provincias y, en menor medida, otros frutales, el viñedo y el olivar. En estos casos los daños pueden venir por el encharcamiento de las parcelas, que pueden afectar a la producción por la aparición de enfermedades fúngicas, por asfixia de las plantas o porque las lluvias traigan una mayor población de malas hierbas, que son una competencia importante para el desarrollo de los cereales.
Recuperación de los cultivos
La recuperación de estos cultivos inundados por lluvias dependerá de la temperatura y del tiempo de contacto del agua con el cultivo, puesto que el suelo encharcado drenará paulatinamente el agua y también se evaporará, con lo que los daños no serían muy graves. En las condiciones adecuadas, el tiempo de contacto del agua estancada con el cultivo no será muy prolongado, limitándose los mayores problemas a zonas bajas y parcelas sin drenajes acondicionados.
En peor situación se encuentran las parcelas contiguas a cauces de ríos y cursos de acequias en las que se ha desbordado el agua. En estos casos, los daños serán más graves, por asfixia radicular. Otro problema añadido puede ser, en función de la evolución de la climatología, la dificultad de los agricultores para acceder a las parcelas para efectuar las labores correspondientes, lo que está ocasionando ciertos retrasos en la preparación de los cultivos.
En relación a este problema, aunque en el viñedo no se han producido apenas daños, hay cierto retraso en los proyectos de reestructuración al no poderse realizar la desinfección de suelos con el tiempo de antelación que se requiere previo a la plantación.
En cuanto a la ganadería, no se ha tenido constancia en la región de daños graves por inundación, aunque las lluvias han afectado a las producciones extensivas. Los daños directos han recaído principalmente sobre el sector del ovino-caprino, que no puede salir a aprovechar los pastos, lo que implica mayor gasto en alimentación, aunque esto puede verse ampliamente compensado con el aumento de los pastos.
Siniestros en 376 parcelas y 1.500 hectáreas
Según ha indicado la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) a la Consejería de Agricultura, hasta la mañana de hoy viernes 376 parcelas de Castilla-La Mancha –con una superficie de 1.500 hectáreas- le han comunicado un siniestro por lluvia persistente o inundación. De éstas, unas 100 parcelas son de productores de ajo, cuyo capital asegurado medio ronda los 10.000 euros por hectárea.
Desde la Consejería de Agricultura se ha apostado por mantener un alto apoyo para la contratación de seguros en un contexto de fuertes recortes en esta partida en otras comunidades autónomas. Con ello, los agricultores y ganaderos de la región han podido asegurar sus explotaciones a precios asequibles y cubrirse ante los fenómenos meteorológicos adversos.
Evaluación detallada de los siniestros por provincias
CIUDAD REAL
Especial incidencia de daños producidos tanto por lluvia persistente como por inundación en determinados municipios de la comarca de La Mancha, como Daimiel, Manzanares, Socuéllamos y Valdepeñas, entre otros.
Entre los cultivos dañados en La Mancha se encuentran, principalmente, los cereales, aunque también existen parcelas inundadas de viñedo, de ajo y de cebolla. En el cruce del canal de desagüe de Peñarroya con la carretera de Alcázar de San Juan a Manzanares se ha producido un desbordamiento, inundando unas 100 hectáreas dedicadas al cultivo de los cereales, donde se ha perdido la totalidad de la cosecha.
Hay parcelas encharcadas a lo largo del cauce del río Guadiana a su paso por las localidades de Los Pozuelos de Calatrava, Luciana y Puebla de Don Rodrigo, motivado por desbordamiento en alguno de sus tramos, aunque no constan por el momento daños graves.
En las comarcas de Pastos y Campo de Montiel hay también grandes superficies de cereales encharcadas a causa, sobre todo, de lluvias persistentes, por lo que se prevé la recuperación de los cultivos por el drenaje de los suelos si la climatología es propicia.
ALBACETE
Las comarcas donde se han detectado la mayoría de los daños en la provincia son las de Almansa y Centro, con menor incidencia en Manchuela y Sierra de Alcaraz.
Los cultivos más afectados por superficie son la cebada y el triticale, a causa de inundación de parcelas cercanas a cursos de agua. Hay también parcelas de ajo inundadas por lluvias persistentes localizadas en la comarca Centro.
CUENCA
Se han encontrado daños en las comarcas de La Alcarria, Manchuela, Mancha Alta, Mancha Baja y Belmonte.
Se han inundado parcelas cultivadas de cereales, leguminosas y proteaginosas a causa de los desbordamientos de los ríos Júcar, Guadazaón y Riansares, así como a la gran cantidad de lluvia caída. En la comarca de Belmonte, las zonas más afectadas por inundaciones corresponden a riberas del río Záncara, arroyos y parajes con poco drenaje que salen de carreteras secundarias y caminos rurales.
Se han visto afectadas por las inundaciones de forma especialmente significativa, según los datos actuales, más de 100 parcelas cultivadas de ajo en las comarcas de Mancha Alta y Mancha Baja (municipios de Las Pedroñeras, San Clemente, etc.), debido tanto a la lluvia persistente como al desbordamiento de ríos y otros cauces de agua. En el cultivo del ajo es donde los daños producirán mayores pérdidas de producción. Aún es difícil cuantificar estas pérdidas, pudiendo variar desde situaciones con el 100 por 100 de daños si no remite la situación de lluvias, o de ningún daño si las precipitaciones cesan.
GUADALAJARA
En esta provincia se encuentran zonas encharcadas, pero sin producir daños relevantes. Únicamente podrían darse problemas en algunas zonas de la comarca de Molina de Aragón, ya que son zonas tendentes a inundarse y en las que se podrían producir pérdidas de producción si continúa lloviendo.
TOLEDO
Las precipitaciones, hasta el día de hoy, no han ocasionado daños reseñables en Toledo, tan solo algún caso puntual de asfixia radicular en alguna parcela, aún difícil de apreciar.
Los mayores problemas derivados de las lluvias se deben a la imposibilidad, hasta el momento, de realizar la siembra de ciertas leguminosas y oleaginosas por la gran cantidad de agua acumulada en el suelo.
En la comarca de Talavera existen parcelas sembradas de cultivos herbáceos que se encuentran, en estos momentos, saturadas de agua, con el consiguiente riesgo de producir asfixia radicular a las plantas si las lluvias persisten. Existe un problema similar en la comarca de La Sagra, cuyos terrenos de textura arcillosa son más proclives al encharcamiento.