La asociación AFAMMER de Argamasilla de Alba organizó el pasado jueves 21 en la Casa de Medrano de la localidad, una actividad en la que bajo el título “Escucha al vino” se marinó vino y literatura.
La actividad está enmarcada dentro del programa de “Animación a la lectura y a la escritura en el medio rural”, puesto en marcha y promovido por la asociación a nivel nacional hace 10 años, durante los cuales se ha relacionado la literatura con otras artes como el cine y la pintura, un proyecto que está llevando a distintas localidades de España la empresa de Comunicación Cultural “Zarándula”.
Un viñedo en la Toscana, Muerte entre los viñedos, La Barrica de Amontillado, Las uvas de la ira, El Hijo de la Vid, etc., son obras imprescindibles de la literatura enológica, aunque sólo sea por el título, pero no ha sido de ésta de la que ha tratado la actividad, más bien estaba relacionada con el mundo de los trovadores o juglares por la forma de narrar y de absorber la atención por parte del Carles García Domingo, que fue el encargado de llevar a los asistentes por el mundo de los vinos con su peculiar forma de exponer las distintas cualidades de los caldos y enlazar los olores y el retrogusto con las narraciones sobre temas que le sugerían a los asistentes los diferentes vinos probados.
García, que respondió a las dudas de todos los presentes, y ante la siempre repetida pregunta en cualquier cata de vino de ¿cuánto dura un vino?, respondió: “Para mi como mucho deberían durar dos días, uno el que te lo dan o lo compras y otro el día que te lo bebes”.
Cuatro fueron los finos a probar y cuatro las recomendaciones literarias para acompañarlos: el realismo mágico sudamericano, para el blanco airén; novela histórica y de misterio inglesa del siglo XIX y XX, para el tinto joven; novela clásica de Lope de Vega, Quevedo o Góngora, para el reserva; literatura romántica, infantil o poesía, para el semi-dulce; combinaciones que hicieron de esta tarde “eno-literaria” de un gran momento, muy recomendable para repetir y no perderse.