El Frente Cívico de Daimiel denuncia de nuevo el vertido de aguas fecales que se está produciendo en las últimas semanas en el entorno de la Laguna de navaseca. «Aguas negras, sin ningún tipo de depuración, que van directamente al entorno de la zona de protección del Parque Nacional de las Tablas a través de un canal hormigonado».
Según el colectivo, aunque la ley garantiza la máxima figura de protección ambiental, este entorno recibe vertidos de la depuradora una y otra vez. «Han sido denunciados desde hace años, y siempre escuchamos las mismas disculpas; que es puntual y están trabajando en su solución. Pero cuando se repite tras cada episodio de lluvias desde que se inaugurara esta depuradora de aguas residuales hace más de 15 años, da la impresión de que los responsables dejan pasar el tiempo sin actuar y de que ésta no puede ser nuestra carta de presentación como población que linda con un Parque Nacional».
Uno de los objetivos del Frente Cívico es conseguir que desde la Administración competente se ponga todo el empeño y los medios para proteger el Medio Ambiente. «Es nuestra responsabilidad ciudadana exigir que las instituciones hagan cumplir la legislación ambiental, -que ya de por sí es poco exigente-, y en todo caso, que garanticen la conservación de un patrimonio natural como son los humedales de Daimiel, ahora que tras los últimos años de lluvias, parecen empezar a regenerarse», señalan .
El Frente Cívico sostiene que detrás de este vertido «existen una serie de deficiencias graves en nuestra depuradora (perdón; ya no es nuestra, fue privatizada o “externalizada”, como suele decirse ahora)… Unas deficiencias que deberían subsanarse lo antes posible por parte de quien sea competente o, si no pueden afrontarlas, devolver su gestión a la administración pública».
A juicio del Frente Cívico, la depuradora presenta una capacidad de tratamiento escasa para el volumen de población y de industria; no existe tanque de tormentas capaz de retener todo un episodio de lluvia mientras que la depuradora procesa esas aguas; salvo en el polígono SEPES, no se ha separado la red de alcantarillado y de fecales; y el colector de aguas fecales tiene un diseño equivocado que provoca que con las lluvias la mezcla de aguas pluviales y fecales se vierta directamente sin tratamiento
Además, el colectivo denuncia que las actuaciones urbanísticas iniciadas con el POM de 2008 (aún vigente) «agravan la situación, cuando el alcantarillado instalado con poco criterio en la llanura de inundación del Azuer se anegan con la crecida del río y deriva sus aguas hacia la depuradora».
La Asamblea de Daimiel del Frente Cívico cree que la ciudadanía «debería exigir de su Ayuntamiento -o de quien sea competencia- una solución rápida y definitiva a los vertidos en el Parque Nacional, que bien podría iniciarse con un seguimiento público y riguroso del vertido, en lugar de quitarle importancia al problema».
«Debería acometerse sin demora la construcción de un tanque de tormentas diseñado con previsión de futuro y capacidad suficiente, porque no basta con recoger las primeras aguas; todo lo que rebosa va a las Tablas sin remedio.
Y una medida de escaso coste que evitaría parte del vertido sería sellar y eliminar todo el alcantarillado junto al Azuer, cuya existencia sólo justifica la especulación urbanística y que agrava los vertidos», subrayan.
Además, la plataforma subraya que «estos vertidos no son el más grave problema al que se enfrenta el agua, en comparación con los proyectos de extracción de gas por fracking que ya se han autorizado en el entorno de las Lagunas de Ruidera, y que ponen en peligro el suministro de cientos de miles de habitantes de Ciudad Real, Cuenca y Albacete y la agricultura de la zona».