Nota municipal.- El salón de protocolo del ayuntamiento de Alcázar de San Juan se llenó para rendir homenaje a Emilio Gavira.
Explicaba Gavira que llegó aquí en el año 70, «un 2 de noviembre con cinco años y desde entonces aquí esta mi vida, soy alcazareño aquí están mis amigos mi familia, parte de mi vida, mi tierra, mi gente y me siento alcazareño desde siempre”.
“Me he sentido muy querido en Alcázar, cualquier obra de teatro ha venido Alcázar, cualquier película ha venido Alcázar y me siento afortunado, sospecho que en otro sitios no pasa”, dijo.
Respecto a su trabajo de actor dijo que es «muy bonito pero duro; es un trabajo de vocación un oficio duro, cuando te gusta esto no lo cambias por nada. Yo tengo esta mezcla: tengo que trabajar en Madrid pero voy de Madrid a Alcázar, soy como un ferroviario que va y viene casi todas las semanas yendo y viniendo ,el tren de media distancia es como mi segunda casa”.
Respecto a su nominación en los premios Goya, Gavira afirmaba que “ha sido un honor, es muy difícil estar nominado como actor en estos premios porque somos mucha gente. Me siento afortunado porque yo nunca me he considerado un actor de premios; yo he sido el paleta de la interpretación, yo he sido el peón que hace los papelitos pequeños, como decía Maria Isbert ¡papelitos, papelitos , yo he criado a mis hijos y compré mi casa con mis papelitos!; yo soy de los papelitos también. Nunca pensé, nunca me imagine que pudiera estar nominado para un Goya, no me lo dieron, me hubiera alegrado que me lo dieran, pero estoy tan feliz».
Sobre el homenaje que ha preparado el ayuntamiento de su ciudad declaró que “es un honor que recibo con toda humildad, recibir el reconocimiento de tu gente es muy gratificante y me siento muy honrado de estar con mis paisanos y agradezco la deferencia que ha tenido conmigo el ayuntamiento de Alcázar de San Juan».
“Tengo muchos proyectos alguno de cine y alguno de teatro, yo básicamente vivo de teatro, puedo decir y tocare madera que tengo la agenda cubierta hasta finales del 2014”, confesó.
No tiene ningún personaje en particular que le gustaría haber hecho.”Cualquier personaje es un reto y cuanto mas distinto es a uno mejor; yo he tenido mucha suerte, me considero un hombre con mucha suerte, he tenido directores que me han creado los personajes a mi medida y el personaje que venga será bien recibido por grande o pequeño que sea, aunque sea hacer árbol sin viento, como dicen».
Emilio Gavira es un actor nacido el 14 de diciembre de 1964 en Fuengirola (Málaga, España), aunque a los pocos años se estableció con su familia en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Físicamente, lo primero que llama la atención de él es su corta estatura, debido al enanismo que padece.
Después de finalizar sus estudios en la Escuela Superior de Canto, donde destacó como barítono, comenzó su carrera artística, primero como cantante de ópera y después como actor de teatro, cine y televisión. Como actor de cine ha participado en numerosas películas, como El milagro de P. Tinto, de Javier Fesser, donde hizo el papel de uno de los marcianitos; La gran aventura de Mortadelo y Filemón, en el papel de Rompetechos; El puente de San Luís Rey, en el premiado corto El Gran Zambini, en el papel protagonista, o en el divertidísimo corto «I Love Cine Rambla», que se pudo ver por Festivales nacionales e internacionales y donde Emilio es el único protagonista. Su última aparición cinematográfica ha sido en Camino de Javier Fesser, en el papel de Mr. Meebles.
En televisión ha participado en series como Agente 700, Manos a la obra o ¡Ala… Dina! Y en teatro ha representado papeles como actor y cantante en producciones como Carmen (1998), de Gustavo Tambascio; Los misterios de la ópera (2000) con Carles Alfaro; Pelo de tormenta, de Francisco Nieva; o, más recientemente en Divinas palabras, de Valle-Inclán, con la compañía del Centro Dramático Nacional. Recientemente ha sido nominado al Goya como mejor actor revelación por su papel en la película «Blancanieves».