@eusebiogarcia.- Medio y mitad del cuarto del país se echa las manos a la cabeza por el caso del 86% de los aspirantes madrileños a maestro que no pasaron una prueba sobre conocimientos de educación primaria. No tiene nada de extraño. Si el 86% de éstos catea, y son universitarios, el porcentaje de españoles, en general, que caería de bruces en el torrente del Duero, sería glorioso.
Recordemos que, en el sistema educativo español, en torno al treinta por ciento de los alumnos no completa la educación básica obligatoria y otro tanto la acaba renqueando. Los adolescentes son sometidos a extenuantes actividades extraescolares y, en porcentajes de más del cincuenta y sesenta por ciento, necesitan ayuda de sus padres o clases particulares para sacar adelante sus estudios. Los jóvenes no se adaptan a un sistema basado en dictar, copiar, memorizar, recordar, tasar la retentiva y evacuarla gracias al olvido. ¿Por qué habrían de hacerlo? El proceso educativo al que se les somete provoca, a muchos de ellos, inseguridad, infelicidad y frustración. Apenas florecen cuando los desfloramos enjuiciando su capacidad de memorizar. Ya no valen para tal o cual cosa. Tú por aquí, aquél por allá. Les enseñamos a interiorizar falsas incapacidades, los habituamos al castigo y los adiestramos en el miedo al error; cuando el error es el mejor de los maestros.
Durante años se ha denostado a los estudiantes; que si no estudian, que si pasan de todo… ahora le toca el turno a los profesores; que si son unos privilegiados, que si trabajan poco o que si suspenden un examen de primaria… La realidad es que el sistema educativo es una chapuza decimonónica ideada por atajo de psicópatas que da respuesta a un conglomerado de intereses privados y en el que los niños, en el que los adolescentes, no son más que materia prima que se manipula, se moldea, se tritura y se sirve en bandeja a un inhumano mercado de trabajo que, como ha quedado patente, deja en la estacada a los jóvenes que han sido educados… que han sido esclavizados a él. Porque no hemos procurado formar personas capaces, autónomas y felices, sino engranajes intercambiables, piezas desechables. La educación se ha sometido al ánimo de lucro cuando debería articularse al servicio de las personas, de los ciudadanos. ¿Y cuál es el resultado, la generación más preparada de la historia, como dicen?. No, no es cierto, es la generación con más títulos, pero también la que es incapaz de aprobar un examen de primaria.
Cada vez que un padre o una madre suelta la mano de su hijo a la puerta del colegio y lo ve alejarse entre la marabunta, es responsable al cien por cien de lo que ocurrirá después. Padres y docentes tienen en su mano el timón. Para cambiar de rumbo habrán de hacerlo girar a la par. Unidos, si es que quieren.
Eu había que justificar de alguna manera lo que en verdad es una venganza de la administracion madrileña hacia los docentes por atreverse a vender camisetas verdes. Como se les ocurre, son unos cara duras, no valoran nada, con los esfuerzos que se están haciendo para que entendamos que el color hegemónico español es el azul.
Mejor no sufrir. Por cierto ¿quién hace el curriculo en las distintas etapas educativas? Si alguien lo conoce que me lo presente (supongo que será solo uno, porque no quisiera pensar que hay tanta mediocridad en más de un individuo).
En fin… que sigan poniendo el dedo acusador señalando a los maestros, lo que no entiendo es como todos los medios de comunicación nacionales han caído en la trampa y han publicado en un lugar preferente la noticia de que el 86% de los aspirantes a maestros no pasaron la prueba de nivel de conocimientos de niños de 12 años.
Más importante que las ciudades que pasan por el Ebro es enseñar competencias para que los niños se sepan desembolver en el mundo que les rodea, pero con ciertos límites, no vaya a ser que estemos formando individuos con espíritu crítico y opinión propia, que podrían empezar a cuestionar ciertas cosas y ¡¡¡eso si que no!!!
Hay un apunte que no se puede dejar pasar, y es que no es justo que un interino pasara una oposición sólo con presentarse sin ni siquiera aprobar.
Yo estoy de acuerdo en que primero aprobar las oposiciones y luego se suma la experiencia, en su justa medida.
Por cierto, se escribe «desenvolver»
Menos mal que no soy maestro, si no ya me estarían juzgando por la falta de ortografía. Por cierto, los médicos, ingenieros, farmacéuticos,etc., seguro que no pasarían la prueba de nivel de primaria.
Gracias por la corrección.