El portavoz de Sanidad del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, ha continuado sacando a la luz datos de la «extraña operación» que el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la empresa pública Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (GICAMAN), realizó para poder parar las obras del nuevo Hospital de Toledo.
Después de denunciar el jueves que el contrato de rescisión secreto, con cláusulas confidenciales, que GICAMAN firmó con las empresas adjudicatarias de la obra «nos va a costar 21 millones de euros», Mora, hoy, ha revelado que “la persona a la que se le encargó un informe supuestamente técnico que justificara parar la obra del nuevo Hospital de Toledo, y por el que cobró más de 20.000 euros, fue nombrada alto cargo, en esta caso director técnico, de GICAMAN, pocos días después de entregado dicho informe. Es más, la factura se visó para su pagó quince días después de ese nombramiento”.
El portavoz socialista de Sanidad en el Parlamento de Castilla-La Mancha ha señalado que el actual director técnico de GICAMAN trabajaba en la empresa, pero fue cesado al llegar al Gobierno el PP. No obstante, pocos meses después, se puso en contacto con los nuevos responsables, que le encargaron dicho informe sobre el Hospital toledano y le volvieron a reintegrar como directivo en GICAMAN el 6 de Febrero de 2012.
“Es decir, que una persona que ya tiene información de la obra del Hospital, porque trabajaba para GICAMAN, hace un informe con su empresa privada gracias a esa información que le factura a GICAMAN que días después le vuelve a nombrar directivo de GICAMAN. Esto merece una explicación contundente”, resumía.
Además, el diputado regional socialista desvelaba que, a pesar de estar rescindida la obra desde enero de 2012, el Gobierno de Cospedal dispuso en mayo de 2012 de 50 de los 150 millones de euros del préstamo que el BBVA tenía concedido con carácter finalista para esa infraestructura. “Eso nos ha costado casi un millón y medio de euros solo en intereses el año pasado, que es lo que nos cuesta, por ejemplo, mantener los 21 puntos de urgencias que quiere cerrar Cospedal”.
Todas estas preguntas se le formularon ayer al viceconsejero de Fomento y Presidente de GICAMAN, Luis Ques, en una comparecencia en la Comisión de Fomento de las Cortes regionales. Mora recordaba que «no quiso contestar a ninguna de estas preguntas, como tampoco pudo o quiso aclarar el motivo por el que le han ocultado durante más de un año un contrato público, pagado con dinero público, sobre la paralización de una obra de un Hospital que nos va a costar a todos los castellano-manchegos 21 millones de euros, lo mismo que cuestan construir 70 colegios de primaria o 40 institutos”.