El Grupo Municipal Socialista ha denunciado hoy el “desmantelamiento o liquidación que está sufriendo el ayuntamiento de Ciudad Real en cuanto a servicios municipales, puesto que cada vez se privatizan más servicios y se hipoteca más a la ciudad».
El concejal socialista Alberto Lillo ha descrito lo que, a su juicio, «supondrá la concesión de servicios fundamentales para la ciudadanía por un elevado número de años».
«Hasta el 2022 es la fecha en la que el Ayuntamiento está afectado por el Plan de Ajuste, plan absolutamente restrictivo que el equipo de gobierno se vio obligado a diseñar ante la desastrosa situación económica en la que se encuentran las arcas municipales», explica Lillo, para quien la aplicación de este plan «supondrá una falta de inversiones prácticamente total en la ciudad: no se podrán arreglar las aceras, ni las calzadas, habrá cada vez más baches y la solución será complicada. Nos quedan nueve años así, son dos legislaturas y media”, sentenciaba el concejal.
Lillo recordaba que hasta el 2030 se ha comprometido el Ayuntamiento con la concesión de servicio de aguas, «servicio fundamental para los ciudadanos que las entidades locales tienen obligación de prestar con todas las garantías de calidad». «Lo que ha ocurrido en este caso», según el edil socialista, «es que el Ayuntamiento ha intentado obtener de la empresa tres millones de euros que le faltaban por hacer presupuestos basados en previsiones de ingresos irreales. Y para ello, cuatro legislaturas y media hipotecadas».
Y una fecha más ofreció Lillo para demostrar la «escasa capacidad de maniobra económica que tendrán futuros equipos de gobierno en esta capital». Hasta el 2038 se comprometerán con una empresa que habrá de mejorar la eficiencia energética en el alumbrado público de la ciudad “seis legislaturas”. «En esta ocasión», decía, «lo harán a través de una modalidad llamada contrato de colaboración público-privado, una modalidad de contratación cuya utilización recomienda la ley únicamente cuando los demás sistemas de contratación han resultado fallidos». “Veinticinco años para una empresa a cambio de cinco millones de euros. Nueva hipoteca para la ciudad, advirtiendo además que antes de que este contrato finalice, habrá que volver a renovar los sistemas porque de nuevo habrán quedado obsoletos. ¿Quién y cómo hará entonces los cambios necesarios?”, sostiene el socialista.
Alberto Lillo ofreció la alternativa del Grupo Socialista: «Europa va a ofrecer nuevos fondos estructurales, en torno a 26.000 millones de euros para España, destinados prioritariamente a la mejora de los alumbrados y la eficiencia energética. Bien podría buscar el Ayuntamiento financiación a través de ellos, contando con su propio personal y no hipotecar nuevamente a la ciudad».
En otro orden de cuestiones, Lillo presentó también una moción que el Grupo socialista llevará al Pleno del mes de marzo, relativa a la mejora de las políticas energéticas del estado español, en la que proponen que se inste al Gobierno de España a que no se siga utilizando el recibo de la luz como una medida recaudatoria, que no se aumenten de nuevo las tarifas de la luz y que se apoye el uso de energías alternativas, blancas, que en este momento están siendo olvidadas.