Miciudadreal te ofrece un nuevo fragmento de la magistral opereta «Black el payaso», interpretada por la Banda Municipal de Música de Puertollano. Entérate, de la mano de José Ignacio González Mozos, del inquietante trasfondo histórico de la pieza, y de las dificultades que tuvo con la censura franquista. Puedes escucharla pinchando en el icono de la caja o descargarla en este enlace.
José Ignacio González Mozos, Profesor Superior de Trombón y miembro de la Banda Municipal de Puertollano. Si en el pasado audio de la opereta “Black el payaso” de Pablo Sorozábal comentábamos aspectos históricos y formales de la obra, vamos hoy a hablar de la censura que Pablo Sorozábal tuvo que soportar del régimen y que afectó directamente al estreno de esta gran obra de nuestro patrimonio lírico durante su representación en Madrid.
Si bien, como recordaremos, el estreno tuvo lugar en el teatro Coliseum de Barcelona en abril de 1942, en Madrid el estreno fue unos meses más tarde, en diciembre de 1942 en el teatro “Reina Victoria”.
Los problemas con la censura se remontan a unos años antes del estallido de la guerra civil española, ya que el régimen no le perdonaba entre otras cosas que en 1931 el maestro Sorozábal estrenara su zarzuela “Katiuska”, obra en la que el protagonista principal es un héroe del ejército rojo, bolchevique y enamorado, motivando esto que grupos de falangistas montasen alboroto en el interior del teatro en los momentos más intensos de la representación.
El maestro Sorozábal cuenta en sus memorias que la situación llegó a ser insoportable en los meses previos a la guerra debido a que el teléfono de su casa no dejaba de sonar solo para decir que “era un rojo hijo de puta y que esa noche no le esperaran a dormir que le iban a dar el ricino” y así un día y otro, lo que provoco gran sufrimiento a su mujer y a su suegra.
Cuenta el maestro que un día le llamaron de falange española que por aquel entonces era presidida por D. Jaime Foxá. En la entrevista D. Jaime acompañado de otros tres falangistas se mostró muy cordial al principio. El maestro quedó impresionado por lo lucido de la vestimenta ya que portaban unas polainas brillantísimas, puñal al cinto como los fascistas italianos y sendas pistolas en sus cartucheras.
La entrevista transcurrió en un tono distendido hasta que sugirieron que para evitar males mayores el maestro debería escribir una carta al diario ”Arriba” en la que debía prometer adhesión al movimiento y otra carta a ellos en la que les cedía los derechos de la “Tabernera del puerto”. En ese momento el maestro quedó petrificado y contestó un tanto desairado: “Mire no estoy dispuesto a mandar una carta de adhesión a este régimen que no conozco. Cuando sepa lo que hace y me guste tal vez pueda hacerlo. En cuanto a mis derechos de autor ¿Es que se puede comprar a la falange con dinero? Si no están de acuerdo conmigo me pegan cuatro tiros y ya está”. El tono se fue elevando progresivamente cuestionándole incluso la dirección de la banda municipal de Madrid nombramiento que según falange había sido gracias a las juventudes socialistas.
Tras la guerra civil ya al volver de Valencia el maestro sufrió una dura censura como podemos comprobar en el estreno de “Black el payaso” en Madrid en Diciembre de 1942. Para empezar se le prohibió dirigir la orquesta, prohibición que el maestro desoyó recibiendo como premio que no se hicieran críticas. Bueno, críticas se hicieron, lo que pasó es que el régimen las prohibió y no fueron publicadas. Desde el día siguiente al estreno la policía permaneció dentro del teatro durante la representación de la obra, tomando nota de la gente que aplaudía con entusiasmo y en el intermedio del acto los llevaba a contaduría, les pedía la documentación y les preguntaba “Por qué aplaudían con tanto calor”. Claro, la contestación de todos era la misma: “Porque me gusta”.
Todo esto hizo que a pesar del gran éxito que tuvo en Madrid “Black el payaso” la prensa no se hiciera eco y que entre otros los críticos Ruiz Albéniz y Sáinz de la Maza tuvieran en cuenta rencillas personales e ideológicas con el autor, antes que las estrictamente artísticas.
Vamos a escuchar a continuación otro fragmento de la fantasía para banda de la opereta “Black el payaso” de Pablo Sorozábal interpretada de nuevo por la banda municipal de música de Puertollano bajo la batuta de D. Ángel Parla Candenas, amigo personal del compositor, quien ha sabido recoger con gran maestría la idea del autor en estos fragmentos para banda.
Hoy la Banda tendrá que convertirse en una entidad privada si quiere subsistir otros 105 años.»Qiuen gobierna soy yo, y hay que aceptar la decisión de quien lo hace» Hermoso murillo dixit
La música y Hermoso Murillo son incompatibles; la Cultura es la cenicienta de la política. En fin,a nuestros políticos la única música que les apasiona es la del sonido de sus coches de alta gama y el sonido del dinero.
Ojalá los ciudadanos apoyen masivamente a esa banda tan magnífica con sus aplausos. Aunque tampoco los ciudadanos de este país nos caracterizamos por el amor a la cultura. Ánimo y suerte. Yo por mi parte, haré lo que siempre he hecho: asistir a vuestros conciertos.