Estanislao Z. Navas.- El Museo de Ciudad Real parece que puede reabrir sus puertas esta primavera. En esta época de crisis es una auténtica alegría que uno de los iconos culturales de Ciudad Real en las últimas décadas vea de nuevo la luz. En un principio, el Museo conserva tanto piezas arqueológicas y paleontológicas como colecciones de Entomología, Mineralogía y Bellas Artes, distribuidas a lo largo de sus cinco plantas.
Tres décadas han transcurrido ya desde que la otrora Ministra de Cultura doña Soledad Becerril pronunciara las palabras que resumirían el fin último del centro que estaba inaugurando: <Este Museo debe convertirse en un verdadero centro de cultura, de encuentro entre creadores, de depósitos de hallazgos arqueológicos>.
Esta idiosincrasia parece mantenerse en la actualidad, a pesar de la coyuntura económica actual, que ha redundado negativamente en uno de los ámbitos siempre débiles ante estos avatares: la cultura, y por ende, sus centros más representativos.
Una vez que fue aprobado el proyecto por la Diputación Provincial en el año 1975, tuvieron que transcurrir unos siete años para que la obra y la configuración esencial de lo que conocemos como Museo Provincial de Ciudad Real fuese una realidad. Toda la burocracia relativa a licitaciones y otros avatares impidieron que el Museo no fuese inaugurado como tal hasta marzo de 1982, con la participación económica esencial por parte del Estado.
Era un 15 de Marzo cuando la Ministra doña Soledad Becerril presidía dicha inauguración, estando acompañada de personalidades tales como la esposa del Presidente del Gobierno, doña Pilar Ibáñez Martín de Calvo Sotelo; don Javier Tusell, Director General de Bellas Artes, otras autoridades locales, provinciales y parlamentarios.
El Museo de Ciudad Real, ubicado en las proximidades de la Plaza Mayor, con fachadas a las Calle del Prado y de Caballeros y al Pasaje de Pérez Molina (anterior Pasaje de Casino) obedece a un proyecto (del año 1976) de don Carlos Luca de Tena y Alvear, y a la rehabilitación de don Javier Navarro (1995), quien adecuará la fachada dándole una nueva imagen externa, remodelándose la organización del interior estableciendo nuevos espacios comunes y zonas de trabajo.
Este Museo fue fundado para recoger los fondos arqueológicos de la provincia, su sección más importante, aunque también hay secciones de Bellas Artes y de Ciencias Naturales de la zona.
Inicialmente, el aspecto exterior del edificio es sobrio, sin decoración y sin ventanas, y presenta un espacio interior diáfano adecuado a su propósito. De sus cinco plantas, cuatro se dedican a las colecciones permanentes y a las exposiciones temporales y otra contiene los servicios adminsitrativos y la biblioteca del centro. A este edificio, hoy en día, se accede por sus dos esquinas, tanto a través de un escalinata como de una rampa al otro lado. En un vano se abre una puerta acristalada que dará paso a su interior. Una vez que estamos dentro, el eje principal es una escalera imperial que comunica las dos plantas, una superior donde se acogen a las dependencias destinadas a oficinas y servicios generales, mientras que en la planta principal se observan el punto de control y los servicios de tienda e información, la cual está destinada a la arqueología procedente de las excavaciones de los principales yacimientos de la provincia (Alarcos, Casas del Río, Porzuna, Campo de Calatrava, El Cerrajón (Fuente el Fresno), Almodóvar, Torralba, Malagón, Fontanarejo, Granátula de Calatrava (“Cerro de La Encantada”), Daimiel, Pedro Muñoz, Solana del Pino, Corral de Calatrava, Torrenueva, La Bienvenida, Puertollano (necrópolis visigoda de “Las Sepulturas”), y un amplio etcétera).
Este área que el museo destina a la arqueología presenta un rico muestrario de piezas que van desde el mundo prehistórico hasta tiempos medievales. Las excavaciones arqueológicas en la zona han incrementado constantemente los fondos del museo, aunque hay que destacar muy en particular los hallazgos íberos y medievales del cerro de Alarcos, las excavaciones de la ciudad romana de Sisapo, los mosaicos romanos de Alcázar de San Juan, o la Puerta de la antigua Sinagoga de Ciudad Real. La colección de elementos prehistóricos de cronología paleolítica debe su origen primordialmente a la aportación privada (colecciones de Estanislao Rodríguez, Evaristo Martín y Margarito Expósito), siendo considerada una de las más importantes de España.
Por lo que respecta al mundo de la Prehistoria que se hallaba en el semisótano, cabe decir que aparece la exposición permanente “Hace tres millones de años” (adquirida poco antes del último cierre de este centro), en la que se mostraban cómo los humanos habitaron este paraje hace millones de años, sus utensilios, su forma de vida, etc.
Otro yacimiento representativo del cual se han obtenido restos arqueológicos de época prehistórica es el conocido como de Las Higueruelas (Alcolea de Calatrava), de gran importancia en la zona, tanto por el númerlo de objetos como por los restos ahí encontrados, además de describirse didácticamente la fauna y flora testimoniadas como los mastodontes, guepardos, tortugas gigantes, rinocerontes o hienas.
De una época más reciente –Calcolítico y Edad del Bronce-, destacan la cerámica campaniforme o las puntas de flecha líticas que aparecen en yacimientos de Campo de Criptana, Alcázar de San Juan y Aldea del Rey, o las muestras de fotografías existentes de las pinturas rupestres de Fuencaliente, Solana del Pino, Almadén y Chillón. De la Edad de los Metales, también cabe destacarse la exhibición de las estelas funerarias de Aldea del Rey y Alamillo.
Lejos ya de los restos prehistóricos, en la planta baja se exhibían materiales y objetos cuyo ámbito cronológico iba desde la cultura ibérica hasta la Edad Media.
Así, entre los restos ibéricos destácanse las esculturas zoomórficas y los fragmentos cerámicos del Cerro de Alarcos, en Ciudad Real, los elementos metálicos de Almadenejos, o las piezas cerámicas del Cerro de la Encantada de Valdepeñas.
De época romana existen restos arquitectónicos, mosaicos, inscripciones y monedas, una pesa de bronce de la época de Adriano, el Decempondio.
Cuando llegamos al período visigótico, observamos cómo La Mancha no se caracteriza por tener grandes ciudades sino más bien pequeños núcleos rurales, aunque en ellos aún se observan grandes necrópolis que muestran piezas cerámicas procedentes de Puertollano, Porzuna y Villamayor de Calatrava, así como adornos de cobres de Alhambra y Fontanarejo.
En la Edad Media, la presencia de musulmanes y cristianos disputándose el control territorial peninsular trae como consecuencia la existencia de fortalezas que surgen al amparo de las líneas de fronter, además de las influencias mutuas que se dan entre ambas culturas. Como muestra sólo cabe decir la mejora que se introduce en el mundo de la agricultura a partir de la introducción musulmana del regadío.
De este modo llegamos a 1255, fecha de fundación de Ciudad Real a manos del rey Sabio don Alfonso X, donde se observa el crisol de las comunidades judía, musulmana y cristiana, de la cual hay numerosos ejemplos en los fondos del museo, aunque en especial son dignas de interés las dos puertas mudéjares que se encontraron en distintas calles de Ciudad Real que nos retrotraen a la convivencia existente de las tres culturas en los siglos bajomedievales.
En primer lugar una puerta fue hallada en la calle del Pozo Concejo y en ella parecen combinarse las típicas formas musulmanas como el arco polilobulado enmarcado por alfiz y elementos cristianos como las puntas de diamante que decoran el citado alfiz y en cuyas enjutas hay un león y una especie de centauro de clara ascendencia románica.
Por otro lado estaría la puerta reconstruída en el Museo, parece construcción del siglo XIV, Palacio que se caracteriza por tener un gran arco de herradura de gran dovelaje decorado con zigzagueados. Esta puerta mudéjar procedía de la aljama de Villa Real y fue encontrada en un solar en la esquina de las calles Lirio y Libertad. En aquella zona existió una sinagoga judía, así como con posterioridad, en el siglo XV, se instaló el tribunal del Santo Oficio, pasando posteriormente a manos del Conde de Montesclaros.
En su segunda planta, en la Sección de Bellas Artes, existe una colección de arte contemporáneo (pintura de los siglos XIX y XX, perteneciente a autores tan dispares como los grandes pintores fallecidos como Ángel Andrade, Carlos Vázquez, los artistas en su momento vivos como López Torres, Gregorio Prieto, López García, López-Villaseñor, Joaquín García Donaire, Úbeda, Gloria Merino, etc., el arquitecto Miguel Fisac, o los entonces artistas jóvenes como José Díaz, Alfredo Palmero, José Ortega, Antonio Guijarro, Vicente Martín, Miguel Navarro, Prior, Parra, Cuadra, Cañadas, Mazoteras, Mon Montoya, Rojas, Vela Siller, etc.), y las colecciones privadas de Eduardo Tello, Estanislao Oliver o Ramón de la Torre; y por último, nos quedaría el sótano, el cual tiene como objetivo el acogimiento de exposiciones temporales. Además cabe señalar que la colección de Bellas Artes tuvo su origen en los depósitos de titularidad estatal, fundamentalmente procedentes del Museo del Prado. Los fondos de Arte Contemporáneo -actualmente a disposición del público en el Museo Convento de la Merced- proceden de adquisiciones realizadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Más de 800 obras en las que también cabe destacar a autores tan internacionalmente conocidos como Eduardo Chillida, Antonio Saura, Antonio Tapies o Luis Gordillo, además de los citados anteriormente. A dichas obras se les unen los fondos que componen el Archivo Fotográfico que alberga más de 140.000 negativos y 200 positivos de autores como Casiano Alguacil, Laurent, Cristiano García Rodero o Carlos Vázquez.
La planta primera del Museo, destinada a la Sección de Ciencias Naturales, muestra por un lado, fósiles de plantas y animales pertenecientes mayoritariamente al período Carbonífero (más de doscientos millones de años) tales como la reconstrucción de un esqueleto fosilizado de mastodonte (Anancus Arvernensis) del plio-pleistoceno hallado en el yacimiento paleontológico de Las Higueruelas (Alcolea de Calatrava) descubierto en 1935, y del cual se han hallado restos de animales prehistóricos de gran tamaño como cráneos, mandíbulas, colmillos y huesos largos de mastodontes. Y por otro, se muestra una sala dedicada a la Entomología, mostrando parte de la colección de insectos del “Cura de los Bichos”, don Jose María de la Fuente (homenajeado en el Parque de Gasset), y otra sala destinada a la Mineralogía, resaltándose el cinabrio, el carbón y su explotación en Puertollanos, y las minas de Mercurio de Almadén.
Y la tercera planta acoge la zona administrativa del museo, y alberga la biblioteca, los talleres de restauración y dibujo, así comon el servicio de publicaciones.
En su exterior, en la fachada se observan huecos que están destinados para unas ventanas circulares, las cuales se encuentran acompañadas por los rótulos identificativos del museo que se adosan y superponen. También cabe decir que existe un proceso de renovación de las funciones de este centro cultural, en las que se incluye la realización de diversos talleres.
Hoy en día, hasta la próxima apertura, con objeto de seguir mostrando los fondos existentes, el Museo Convento de la Merced –de igual titularidad autonómica- ha acogido algunos de estos fondos para ser expuestos.
OJALÁ ESTE ARTÍCULO SEA EL COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA CULTURAL EN CIUDAD REAL, QUE SIRVA DE VATICINIO PARA QUE LA APERTURA DEL MUSEO SEA UNA REALIDAD, LA CUAL VAYA ACOMPAÑADA DE OTRAS REALIDADES AÚN CON MÁS DIFICULTADES PARA SU APERTURA COMO ES EL CASO DE LA CASA MUSEO ELISA CENDRERO, Y QUE EXISTA UNA MAYOR CLARIDAD EN LA NUEVA GESTIÓN QUE SE PRETENDE LLEVAR A CABO EN EL PARQUE ARQUEOLÓGICO DE ALARCOS.
A TODOS AQUELLOS QUE CONOCEN ESTE CENTRO CULTURAL MEJOR QUE UNO MISMO LES INVITO A QUE EXPONGAN SUS PUNTOS DE VISTA, MUESTREN LAS OBJECIONES A MIS INFORMACIONES Y, SI LAS CORRIGEN, NOS ENSEÑEN CUÁLES SON LAS NUEVAS PRESTACIONES DE ESTE IMPORTANTE CENTRO CULTURAL.
UN SALUDO A TODOS Y GRACIAS POR LA ACOGIDA RECIBIDA HASTA EL MOMENTO
Ahora solo queda que para que sea un verdadero espacio cultural realicen corridas de toros dentro…. ¡ostras¡ no sé si estoy dando ideas… uyuyuyuy
Bromas aparte…, estoy deseando volver a recorrer sus pasillos llenos de «verdadera» cultura e historia, y enseñarlo a mis hijos.
ME ALEGRO DE QUE TE HAYA TRAÍDO BUENOS RECUERDOS, PERSEGUIDOR.
UN SALUDO Y GRACIAS POR TU ATENCIÓN