El Grupo Socialista en el Senado interpelará al Gobierno en la sesión plenaria del próximo martes, día 5 de marzo, sobre los planes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en colaboración con los demás Ministerios afectados, para la retirada y aprovechamiento de los restos de poda del olivar y la vid. Jesús Martín, Felipe López y Francisco Martínez-Aldama, senadores por Ciudad Real, Jaén y La Rioja respectivamente, han sido los firmantes de dicha iniciativa.
El senador socialista ha subrayado que la economía y el empleo ligado al olivar y la vid representan el principal sostén para miles de ciudadanos que habitan en el medio rural de Andalucía, las dos Castillas, La Rioja y una buena parte de territorios de España.
Martín ha puntualizado que “siendo el objetivo fundamental del cultivo del olivar y la vid producir aceite, aceituna de mesa y vino, es cierto, también, que estos cultivos generan un volumen importante de biomasa con una estimación de dos toneladas por hectárea para algunos cultivos como el olivar tradicional”.
En este punto, ha recordado que actualmente una parte muy importante de esa ingente cantidad se quema en el campo, y ha detallado que “con datos de 2011, en Andalucía solo el 2,3% se dedicó a la generación de electricidad y otra pequeña fracción, un 5% es astillado e incorporado al suelo”. A su juicio, “este despilfarro energético es difícil de entender en un país con una dependencia energética exterior muy significativa”.
A continuación, ha destacado que “en un momento en que la sustitución de combustibles fósiles por renovables es más necesaria que nunca y en el que la Unión Europea ha hecho del denominado 20-20-20 uno de los ejes de su política, para garantizar la sostenibilidad de los sistemas naturales, España debe estar a la altura y responder en la medida de sus capacidades y en el aprovechamiento de la biomasa y, en este sentido, nos queda mucho camino útil por recorrer”.
Como ha explicado, “hacer viable el aprovechamiento de estas podas dado los costes a soportar hasta colocarla en un punto para ser valorizada pasa, entre otros aspectos, por retribuir el KW producido con estos residuos agrícolas en los mismos términos de la biomasa procedente de cultivos energéticos”.
Jesús Martín ha concluido afirmando que “las consecuencias positivas derivadas de la adopción de estas medidas serían de orden medioambiental, energético y laboral, produciendo un elevado número de jornadas de trabajo en el medio rural y supondría un complemento de renta para los agricultores, en un momento en el que los bajos precios colocan a estas explotaciones en una situación muy vulnerable y la lucha contra el desempleo ha de formar parte del eje básico del conjunto de las administraciones públicas en su tarea cotidiana”.