El sindicato CTI-CSI·F ha pedido disminución del número de afectados en el ERE propuesto por Solaria y la apertura de un plazo de voluntariedad. El pasado 12 de febrero, la empresa ubicada en Puertollano trasladó su intención de llevar a cabo ERE que supondría la extinción de 71 puestos de trabajo. Además, el sindicato se muestra preocupado por el contenido de la documentación aportada por la empresa, «en la que se deduce una perspectiva desalentadora al leerse textualmente que, dada la situación actual, la empresa ha tomado la decisión de focalizarse en mercados emergentes, en Latinoamérica principalmente».
Ante esta situación, CTI-CSI·F se interesa por la viabilidad del centro de trabajo «y por un posible estudio que pudiera ser de expansión o quizá de sustitución de una planta de similares características en Brasil».
Según el sindicato, «la empresa da la callada por respuesta a este tema y esta Sección Sindical teme que este centro de trabajo se vaya desmantelando a tramos, con discreción, sin ruido y a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos en Brasil. Esta crónica de un cierre anunciado impide llevar a cabo el ERE con claridad y buscar el máximo beneficio para los afectados».
CTI-CSI·F solicita igualmente documentación relevante para el ERE, como la actual composición y eficiencia del Área Comercial Internacional; la búsqueda de financiación para el desarrollo de los proyectos que la empresa tiene en cartera; la repercusión que los distintos cambios regulatorios han tenido sobre el Área de Generación; evolución de los ingresos por este concepto; o huertos solares de los que dispone la empresa, entre otros asuntos.
El sindicato sostiene que aun en estas circunstancias «tan poco transparentes» intentará negociar «proponiendo la disminución del número de afectados según acuerdo; abrir un plazo de voluntariedad de los trabajadores; que se tenga especialmente en cuenta la situación de mayores de 50-55 años por su dificultad en la reincorporación laboral; indemnización de 28 días por año, tal y como se pacto en el último ERE; y una bolsa de horas, entre otras propuestas.
A pesar de todo, CTI-CSI·F advierte de que «tras las distintas negativas de la empresa, el proceso negociador culmina con la amenaza clara de que si no se firma el ERE, se abriría otro nuevo aumentando considerablemente el número de afectados. ¿Este es el talante negociador de la empresa?»
Por último, asegura que «los llamados sindicatos de clase obedecen a intereses aún por determinar» y les recuerda que su objetivo «no es otro que el de defender los intereses y derechos del colectivo, sin distinciones, y en esa tarea la Sección Sindical de CTI de Solaria pondrá todo su empeño: apoyando tanto a los que se queden como a los que pretenden echar».