Final feliz para el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, quien ha visto como el Tribunal Supremo (TS) ha desestimado la querella por presunta prevaricación relacionada con el proceso de selección de una plaza en el Ayuntamiento. El denunciante sostenía que uno de los opositores, hijo del interventor del Consistorio, fue favorecido a pesar de haber contestado erróneamente a una pregunta.
El TS concluye ahora que, si bien el alcalde era el presidente del tribunal de la oposición, ninguno de sus integrantes mostraron «oposición ni votos particulares al acuerdo tomado». El auto del Supremo subraya, pues, que la decisión fue unánime, y no unitaria.
Que no haya sido condenado por prevaricación, no significa que no hubiera enchufe. Los tribunales , en estos casos, se lavan las manos, porque de no ser así, no darían abasto de tanto y tanto enchufe como hay en todos los ayuntamientos.
vamos que si el supremo admite la querella, es un prevaricador y un chorizo!
si no la admite también!
un poco peligroso ese planteamiento, ¿no?
Las sentencias hay que acatarlas y cumplirlas, pero los ciudadanos podemos criticarlas. Y la realidad es que los jueces cuando se encuentran con querellas de este tipo se lavan las manos, porque ponderan que se encuentran ante un delito que, de mediar pena, supondría la pérdida de la condición de alcalde y la pérdida de empleo del que está supuestamente enchufado. La vida es dura, y la realidad no siempre es blanca o negra, inocente o culpable.
La justicia es tan lenta, que al final se opta por mantener las cosas como están. El enchufe tiene mucha aceptación. La gente lo acepta, conuetudinaria y desgraciadamente, como algo normal.
Amén. habría que matizar algo. La gente de este país acepta el asqueroso enchufe. No creo que en Suecia o Noruega pase lo mismo, creo que para esa gente el enchufe es repugnante.