Alumnos de los cuatros colegios de Pedro Muñoz, además de una veintena de niños de la Escuela Infantil «Los Pitufos», abrieron el Carnaval pedroteño. Desfilaron con originales trajes elaborados a partir de bolsas de basura y material reciclado.
Por segundo año consecutivo se volvió a celebrar el Carnaval de los Colegios, que esta vez contó con la participación de más de 500 niños de los cuatros colegios de Pedro Muñoz, además de una veintena de niños de la Escuela Infantil «Los Pitufos», que desfiló como grupo invitado. Los escolares llenaron las calles de colorido, imaginación y diversión en la tarde del pasado sábado. Con trajes elaborados a partir de bolsas de basura y material reciclado, los asistentes al desfile pudieron disfrutar de divertidos pintores, simpáticas máquinas expendedoras de chuches y unas amables bolsas de «Conguitos». No faltaron las alusiones al Mayo Manchego, que este año celebra su 50 aniversario, con los trajes regionales relacionados con esta fiesta que vistieron los 75 alumnos del Colegio Nuestra Señora de los Ángeles. El desfile recorrió distintas calles de la localidad con la música de las Charangas «La Alegría» y «La Corchea» hasta acabar en la Plaza de España, donde tuvo lugar la entrega de premios.
El fallo del jurado, compuesto por un representante de cada AMPA y por cuatro miembros de la Comisión de Festejos, estuvo muy reñido, pues se produjo un empate a 56 puntos en el segundo lugar entre el Colegio Maestro Juan de Ávila y El Hospitalillo, de manera que ambos compartirán el premio, quedando en primer lugar el colegio Nuestra Señora de los Ángeles con 58 puntos. El Colegio María Luisa Cañas obtuvo una meritoria Mención Especial. Los Concejales Julio Martínez, Beatriz Fernández, Carlos Ortiz y Vicen Zarco fueron los encargados de la entrega de premios cuyo acto presentó Jorge Gálvez en el escenario ubicado en la Plaza de España.
Lo importante del desfile, como resaltó Vicen Zarco, Concejal de Festejos, más que los premios fue que los niños se divirtieron preparando sus disfraces y luciéndolos en el desfile, procurando que estos no sean costosos y que estén llenos de imaginación y creatividad.
