Expectación enorme causó la presencia del relevante juez de menores Emilio Calatayud en Argamasilla de Calatrava, población en la que ofreció en la tarde del pasado viernes, 8 de febrero, una interesante charla acerca de la situación actual de la educación de los jóvenes y la necesidad de devolver la autoridad a los padres.
El salón plenario, a pesar de su tamaño, quedó pequeño y hubo asistentes que atentamente hubieron de seguir de pie la intervención de este hombre que, en su modestia, atribuyó su fama sencillamente a haberse convertido “en un producto de los medios de comunicación”. No obstante, la alcaldesa Jacinta Monroy supo glosar la figura de alguien “de cuyo sentido común debemos aprender toda la sociedad”, tal y como refirió la regidora.
Calatayud, que dijo haber sumado hasta la fecha casos y situaciones de casi 17.000 chavales “y algún acierto habremos tenido”, añadió que “realmente hay chavales que cometen delitos pero no son delincuentes”. A su modo de ver, “todos cometemos equivocaciones y más en la época de la adolescencia, pero la mayoría de los chavales lo único que necesitan es uno o dos escarmientos y punto”.
Desde su experiencia, “sí hay un 20% de menores con perfil de delincuente, pero creo que la mitad es muy trabajable y el resto, por desgracia, es carne de cañón”. Y en este sentido, entiende que la actual normativa del menor, a pesar de las críticas que está recibiendo, “está dando muy buen resultado, pues se debe tener en cuenta que hay un 10% de casos de jóvenes que son carne de cañón, haya o no haya ley”. Un porcentaje que es consecuencia del “dónde naces, en qué circunstancias, en qué familias, en qué pueblos…”.
Emilio Calatayud también entiende junto al resto de jueces de menores, no obstante, que es necesario modificar el Código Civil, “para que se conceda a los padres la facultad de corregir a sus hijos”, algo que se les quitó hace tres años haciendo legalmente imposible la posibilidad de hacerlo. “Antes existía y se reconocía la autoridad de los padres, pero hoy en día cómo obligas a tu hijo de 15 años a no salir a partir de las 11 de la noche, o cómo le obligas a otro de 16 a ir al colegio si ya la enseñanza deja de ser obligatoria a esa edad”, se pregunta este prestigioso juez de menores. En su opinión, “se da el contrasentido de que la ley llega a desautorizar a los padres, a la vez que se les exige mucha responsabilidad y eso crea problemas”. A esta realidad se une la necesidad de “coherencia” por parte de los padres, pues como dijo los propios progenitores “están muy desautorizados ante unos hijos que se creen estos que sólo tienen derechos”. El remedio debe partir, dijo Calatayud, de la comunicación entre familia, escuela y sociedad; “es fundamental”, aseveró.
También criticaba este ciudadrealeño afincado en Granada el papel de los medios de comunicación y concretamente de determinados “programas de televisión” y de internet y las redes sociales nos, “que están haciendo muchísimo daño”. A este respecto abundó que “ahora mismo el delito que más se está detectando entre la clase media y media alta es el maltrato a los padres y el segundo delito tiene que ver con el tema de los móviles y el internet, que nos está volviendo locos”.
Finalmente, respecto a la relevancia social de su trabajo, dijo que su discurso “es algo que todos pensamos, pero que da miedo a veces a decirlo y yo a lo que me limito es a exponer lo que pienso, las equivocaciones que creo que estamos cometiendo y luego lo que hago es aplicar la ley”.