José Manuel Muñoz Expósito. Secretario provincial de CCOO.- “El segundo día de huelga de estudiantes de enseñanzas medias para exigir la retirada del proyecto de la nueva Ley de Educación y contra los recortes de gasto en educación ha tenido un seguimiento del 33 por ciento”, apuntaba el Consejero de Cultura de Castilla la Mancha el miércoles 5 de febrero.
¡ No puede ser !, qué derroche de generosidad en los datos del seguimiento de una Huelga. Segundo día de Huelga sube la cifra del 20 del día anterior, a un seguimiento del 33 por ciento. A los que conocemos el criterio del gobierno al valorar el seguimiento de este tipo de movilizaciones, nos sorprende. Sigo escuchando atentamente al señor Marín e inmediatamente caigo en la cuenta, este número de dos cifras no ha sido utilizado al azar ni de manera generosa y objetiva.
Continúa argumentando, que “casualmente” este porcentaje coincide con el de fracaso escolar, estudiantes que abandonan sus estudios. Casual o intencionadamente, el Consejero deja la ventana abierta al oyente en la coincidencia entre los que secundan la huelga y los que abandonan los estudios.
Me viene a la cabeza algo que no soporto, los tópicos estereotipados que se crearon de nosotros en el resto de Europa, y me molesta que pudieran surgir de declaraciones como esta.
Puestos a dejar en mal lugar a los alumnos que secundaron la huelga, y en previsión de que el receptor sea de cualquier país de la eurozona, podíamos haber utilizado el recurso de la siguiente manera.
“Por segundo día consecutivo, los malos estudiantes no han acudido a las aulas, en esta ocasión se han sumado el 13 por ciento de este colectivo, que por su falta de atención no se enteraron el día anterior, y que para justificar su ausencia en las aulas se han manifestado contra la nueva ley de educación, que ni han leído.
Tras la manifestación se han ido de cañas, y tras una buena siesta, fueron a los toros y a bailar sevillanas”.
La triste realidad, es que los estudiantes que no acudieron a las aulas, y se manifestaron, precisamente lo hicieron para no tener que abandonar éstas para siempre, de forma obligada y en contra de su voluntad, porque saben que la renta familiar no les permitirá costearse los estudios con la aprobación de esta ley, que trata la educación como algo mercantilista y utilitarista, que provocará la segregación del alumnado, fomentando la competencia desleal entre centros y favoreciendo la educación privada en detrimento de una educación pública, de calidad y para todos.
Si los que nos representan no cuidan a los que son el futuro de esta Comunidad Autónoma y sembramos dudas con tópicos injustos, ese futuro no será casual.
