Este viernes, antes de la XXII Exhibición de Murgas, Comparsas y Chirigotas, Juan José Gómez-Limón recibirá el bastón de mando que le acredita como Máscara Guarrona 2013. Un acto en el que adelantaba que habrá sorpresas, aunque se guardaba los detalles.
Daimiel Noticias.- Treinta años de carnaval a las espaldas y ser el presidente desde su fundación en 1984 de la peña daimieleña La Garrota bien podrían haber sido motivos suficientes para elegir a Juan José Gómez-Limón como Máscara Guarrona 2013. Pero lo cierto es que Morroño, como se le conoce popularmente en Daimiel, cumple otra de las premisas indispensables para el puesto: lleva el carnaval en la sangre, y a la vez forma parte indispensable en Daimiel del fluido vital de las fiestas en honor a Don Carnal. Este viernes, antes de la XXII Exhibición de Murgas, Comparsas y Chirigotas, José Antonio Alcázar, Mascara Guarrona 2012, le pasará el bastón de mando y le convertirá en su sucesor durante el 2013. Un acto en el que adelantaba que habrá sorpresas, aunque se guardaba los detalles.
Mirando al pasado, Goméz-Limón confesaba este jueves en Radio Daimiel no acordarse exactamente de la razón por la que comenzó a vestirse, «será por la música», explica, recordando al compañero que más veces le ha acompañado, su saxofón. Con él, ha formado parte de la Banda Municipal de Música durante cincuenta años, siendo el miembro en activo con más antigüedad en la banda. Algo que explica que «el 90 por ciento de los componentes de la banda de música ha pasado por La Garrota».
Según explicaba, desde muy joven, «junto con otros tres músicos», iniciaron la costumbre de «dar una vuelta por el río para animar el martes de carnaval con los instrumentos», montando así una de las primeras charangas de Daimiel. «Desde entonces hasta hoy», eso sí con dos premisas: «divertirse y pasarlo bien» y sin ponerse una máscara «he ido siempre con la cara descubierta».
Gómez-Limón además, vive el carnaval con una pasión que ha sabido extender al resto de su familia, que le acompaña año tras año en La Garrota, desfilando en los principales carnavales de la provincia, como Herencia o Miguelturra. Precisamente de esta localidad es la peña La Cabra, con la que los daimieleños mantienen un hermanamiento mediante el cual comparten músicos y miembros, lo que hace que el número de peñeros supere con facilidad los 120.
Respecto a la situación actual del carnaval daimieleño, recordaba con añoranza los años ochenta de «río y bar», aunque también reconocía la calidad de los disfraces actuales, si bien quiso reivindicar una vez más, al igual que el resto de sus antecesores, la máscara callejera. Aún así, no olvidaba destacar las chirigotas; el desfile Infantil, «que es la cantera»; y por supuesto «como peñero», el desfile del domingo de carnaval.
Gómez Limón dedicaba el reconocimiento que recibirá el viernes «a todas las máscaras guarronas, chirigotas y peñas», y aseguraba no conocer a la persona que presentó su candidatura. De hecho, según explica, se enteró del reconocimiento a través de un peñero que acudió a su casa a recoger un traje. Una de las múltiples anécdotas que salpican la vida de este carnavalero de pura cepa.
