Multimedia.- La localidad de Terrinches está apostando por promover el uso de un tramo de la Vía Augusta romana, que pasa por su término municipal, para dinamizar la promoción turística y cultural, creando rutas turísticas, de senderismo, con el patrimonio como referente.
La revista Archivo Español de Arqueología, editada por el CSIC, acaba de publicar una síntesis del estudio sobre la Vía Augusta promovido por el Ayuntamiento de Terrinches. El trabajo se titula “Estudio Arqueológico en la Vía de los Vasos de Vicarello A Gades Romam, entre las estaciones de Mariana y Mentesa (Puebla del Príncipe, Villanueva de la Fuente, Ciudad Real)”.
El trabajo lo firman los especialistas en vías romanas Luis Benítez de Lugo, Honorio J. Ávarez, J.L. Fernández, E. Mata, Jaime Moraleda, Jesús Sánchez y Jesús Rodríguez. Una versión completa de este estudio ha sido propuesta para su publicación a la Biblioteca de Autores Manchegos.
El alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez, apuesta por promover el uso de este tramo de la Vía Augusta dentro de un modelo de gestión turística del territorio que sea dinamizador de la promoción de todas las manifestaciones culturales que afectan a todos los municipios de la Comarca de Montiel, desempeñando con ello un gran papel sociocultural y económico. «No cabe duda que el Patrimonio Cultural puede ser un gran elemento de promoción para la oferta turística comarcal y una fuente de ingresos dentro de la zona de actuación, según estamos comprobando», ha asegurado Peláez.
La investigación, sufragada por el Ayuntamiento de Terrinches, ha permitido confirmar que una calzada romana atraviesa la comarca del Campo de Montiel, y que esta calzada romana corresponde efectivamente a una de las principales de la red de comunicaciones de la Hispania Antigua: la Vía Augusta.
Recuperar la vía para prácticas de senderismo
El director de los trabajos arqueológicos, Luis Benítez de Lugo, ha señalado que con esta confirmación científica la vía podría ser recuperada, puesta en valor y utilizada al servicio de la promoción comarcal, pues cuenta con un gran potencial para la práctica del senderismo y otras prácticas turísticas.
Las calzadas romanas no solamente jugaron un papel primordial en tiempos de guerra facilitando el paso de las legiones, también fueron un instrumento clave en la vertebración del Imperio. Comerciantes, políticos, patricios y plebeyos, hombres y mujeres de toda clase y condición utilizaron estas vías para fines muy diversos. Sin embargo todos ellos pudieron disfrutar de una misma cosa: circular por los caminos más rápidos y seguros de cuantos el hombre había conocido, verdaderas autopistas de la Antigüedad.
Las calzadas romanas son un signo más del notable desarrollo que alcanzó la ingeniería en época romana. Los ingenieros romanos demostraron un enorme conocimiento de los materiales y de las técnicas hasta tal punto que la mayoría de sus obras: puentes, acueductos y por supuesto calzadas han logrado sobrevivir hasta nuestros días. Las reformas introducidas por el general Cayo Mario convirtieron al ejército romano en el más rápido de la antigüedad. Sus legionarios debían ser capaces de recorrer entre 30 y 50 kms a pie al día, cargando con su impedimenta. Las calzadas, por tanto, fueron clave en el avance de los ejércitos romanos y en su gran capacidad de maniobra. En el caso concreto de la vía ahora estudiada se ha averiguado que fue uno de los principales viales de la España prerromana y romana, comunicando Cádiz con Roma, y que fue utilizada, por ejemplo, por las legiones bajo el mando de Julio César.
