J. Carlos Sanz.- Continuidad en la gestión manteniendo las mejoras iniciadas en seguridad, medio ambiente y relaciones corporativas con el entorno pero sobre todo alcanzar mayores cotas de eficiencia y competitividad en el complejo petroquímico que permitan ampliar la producción a nuevos mercados exteriores. Son las principales premisas que se marca para su mandato José Luque González, el nuevo Director del complejo industrial de Repsol Puertollano que desde hoy releva en el cargo a Juan Antonio Carrillo de Albornoz.
Un cambio que obedece a la estrategia global de la compañía por anticiparse a nuevos retos en el sector energético y lograr los mejores resultados en la consecución del Plan Estratégico de Repsol.
Fortalecer las sinergias productivas entre Puertollano y Cartagena
En la práctica, se trata de un intercambio en las direcciones tanto del complejo industrial de Puertollano como Cartagena ya que tanto Carrillo de Albornoz como Luque González trasvasarán sus funciones de uno a otro sitio. Si el primero ha permanecido dos años y medio en la dirección de Repsol Puertollano, el segundo hizo lo propio desde que en 2011 fuera nombrado director del complejo de Cartagena.
Una etapa donde se llevó a cabo la mastodóntica ampliación del complejo industrial murciano y que según Luque beneficiará a Puertollano pues gracias al oleoducto de doble sentido, el producto que se fabrica en el complejo puertollanense podrá destinarse a Cartagena para así incrementar la potencialidad de la producción y acceder a mercados de exportación, algo que hasta ahora estaba vetado al complejo industrial de Puertollano que sólo abastecía a la zona centro.
“Se ha conseguido que Puertollano tenga costa” señalaba coloquialmente Luque para dar a entender que ambos complejos funcionarán como un tándem, se fortalecerán sinergias al existir infraestructuras logísticas que permitirán intercambiar productos y maximizar resultados de producción. No duda Luque que esto permitirá al complejo de Puertollano ganar en competitividad, “no depender tanto de un mercado central y exportar más productos en función de las demandas de los mercados” remacha.
Mayor eficiencia y especialización de productos en el área Química
Un horizonte nítido que permite, en principio, despejar las incertidumbres que planean sobre el área Química del complejo puertollanense. Luque admite que el negocio químico está actualmente sometido a bruscos zarandeos y considera que para Puertollano la clave será conseguir mayor eficiencia y diferenciación de productos.
Expone que desde hace un tiempo ya se están realizando pruebas industriales con nuevos productos, que hay que seguir impulsando esa senda de innovación y que es prioritario avanzar en competitividad con respecto a otros rivales del sector.
Aunque para Luque también es importante avanzar en medio ambiente, acometiendo mejoras que permitan reducir emisiones de gases a la atmósfera, así como en seguridad para que los índices de siniestralidad laboral sigan reduciéndose.
En ese sentido, Carrillo de Albornoz aseguró que en 2012, el complejo industrial puertollanense ha alcanzado “niveles récord de seguridad” en cuanto a accidentabilidad. Detalló que en Química ha habido cero accidentes con baja mientras que en Refino el cómputo ha sido de 0,49. En total, se han trabajado más de cinco millones de horas y se han llevado a cabo importantes paradas de conversión en determinadas unidades del complejo.
Así se perfila el inminente futuro en el complejo petroquímico de Puertollano. La refinería de conversión más completa del grupo Repsol en España y que deberá continuar especializando su producción para abrirse a nuevos nichos de mercado.
Un reto que desde ahora asume Luque, un gran conocedor del complejo puertollanense pues en 2007 fue nombrado Director de Producción. Y aunque el área de Refino la conoce bastante bien, Luque deberá hacer lo mismo con Química para garantizar su futuro.