Antonio Valero recibió el tributo de amigos y autoridades el pasado sábado, 26 de enero. Tras haber completado “el sueño de mi vida”, participando y completando por vez primera el rally Dakar, este piloto nacido en la vecina localidad de Puertollano pero enraizado en Argamasilla de Calatrava, era objeto de homenaje durante una amistosa recepción brindada por el Ayuntamiento.
La alcaldesa Jacinta Monroy, al inicio del acto, reconoció haber seguido con interés cada noche las noticias en televisión que daban cuenta del considerado como la prueba de motor más dura del mundo. La alcaldesa, que estuvo acompañada entre otros por el concejal de Deportes, Antonio Gil y su homólogo puertollanero, Manolo Rodríguez, destacó el ejemplo de este piloto que fue el 52º en la general, siendo sexto en su categoría G2 y el primer español en la misma bajo la condición amateur; solo tres españoles profesionales acabaron por delante en esa clasificación. Y, por si fuera poco, fue el primer clasificado con Yamaha.
Para ser novato en esta carrera, los resultados avalan que, como dijo la regidora anfitriona, “sin esfuerzo no hay éxito”. Palabras que certificaba siendo “consciente de la dureza física, orográfica y hasta emocional” de una prueba en la que, añadió, “su acompañante ha sido él mismo”.
Especialmente cuando volvieron a España, tras los primeros días de seguimiento en Perú, su mujer, hijos y sus padres. “Cuando se marcharon te quedas allí solo y te creas otra familia nueva que son los otros pilotos del equipo y los mecánicos”, explicaba un entusiasmado Antonio Valero. Y así, junto a ellos, “vas conviviendo el resto de días, haciendo kilómetros y aprendiendo a hacértelo todo tú, a mirar siempre en positivo al margen de la distancia que hubiera que cubrir al día siguiente”, apuntaba. De lo que se trataba era de “creer en ti mismo, en que vas a llegar al final, porque me he estado preparando para esto toda mi vida y al final llegué”.
Palabras de aliciente que, en el actual contexto económico, fueron recogidas por la alcaldesa “para que sirvan de ejemplo a todos”. Monroy quería así ensalzar a las “personas que creen en un proyecto, que lo comienzan y lo hacen diariamente y lo logran; es algo que tenemos que reconocer”.
Algo que también realizaría públicamente Manolo Rodríguez, al afirmar que este “acto significa el reconocimiento al esfuerzo, al trabajo bien hecho y en equipo”, porque como añadió el concejal puertollanero, “has conseguido una cosa que es muy importante, como es emocionarnos, que es lo que al final pretende el mundo del deporte, creer en algo, evadirnos de otro tipo de cosas”. Y concluyó su intervención reiterando para Valero la enhorabuena, “porque has llevado el nombre de la provincia y de Castilla-La Mancha por todo lo alto”, animándole por último “a que el año próximo consigas mejores metas, porque los deportistas siempre queremos más”.
Valero también quiso explicar cuáles fueron, durante su andadura por Perú, Argentina y Chile, los recuerdos imborrables. Así reconoció que “tras el año tan duro que he tenido de entrenar y prepararme, el estar allí para tomar la salida fue súper emocionante y súper contento”. Un sentimiento positivo que se tornó agridulce cuando “lo más duro fue ver a un piloto muerto en la carretera y posteriormente me enteré que era alguien con quien participé en otra carrera y peor todavía”. Y esta carrera de resistencia y contrastes, “el mejor día fue llegando al final, acabando la última especial y subiendo al podio final en que te dan la medalla”, aseveró.
Por lo demás, el piloto manchego se congratuló de haber incentivado la atención de esta carrera entre amigos y conocidos, muchos de los cuales forman la gran familia del Motoclub 3wCorremas.es, que también le arroparon en esta recepción que le fue brindada apenas unas horas después de llegar desde el continente americano.