Las mondongueras de Carrión de Calatrava (Ciudad Real), como se conoce popularmente a las matanceras en esta localidad, cuna de la Orden de Calatrava, protagonizan hoy, con guisanderos y asociaciones, la matanza que durante todo el día se está celebrando en el pueblo.
La matanza la tenía prevista el Ayuntamiento, en colaboración con la OMIC mancomunada del Campo de Calatrava, como colofón a las fiestas navideñas, para el sábado anterior, pero la climatología lo impidió. En este sábado, cientos de carrioneros han disfrutado de la fiesta de la matanza, en un magnífico día para ello.
Esta celebración tiene un claro objetivo, según nos contaba la alcaldesa Ana María López, esta mañana, “no sólo recuperar una tradición popular que se está perdiendo en la localidad, sino pasar un día de convivencia, ensalzando las virtudes de la comida sana y saludable de toda la vida, que vean los niños de donde sale el chorizo, el lomo, la morcilla, las costillas de nuestra rica gastronomía manchega, de ahí que además de gachas, migas y el tiznao para el desayuno; almorzaremos potaje de judías y revientalobos”.
A primera hora de la mañana, una vez llegó el cerdo al Salón de Usos Múltiples, Julián Rodríguez, carnicero jubilado y padre del actual carnicero “Saturnino”, era el actor principal en el despiece. Casi 40 años de profesional de la carnicería lo avalaban. Pulcro, y con su mandil correspondiente, allí estaba muy bien auxiliado de mondongueras (matanceras) y amigas, entre ellas Brígida Rodríguez, más de 30 años haciendo chorizos; y de varios carrioneros, niños y adultos, algunos de ellos de la Asociación San Cristóbal, diestros con el molinillo cortacarne, que hacían apuestas a ver quién le daba más rápido.
Afuera, varios grupos guisaban migas y gachas, con Hilarión y Francisco López entre ellos, muy ilusionados en las tareas, como otros miembros de la Asociación de Jubilados y Mayores de Carrión. En su casa, Rita Enano, elaboró un tiznao, que fue degustado luego por todos.
Dentro, dirigidas por el técnico de la OMIC, Lorenzo Laguna, están también, la AMPA del CEIP Nuestra Señora de la Encarnación, encargada de preparar los aliños, especias y de picar ajo y cebolla, entre ellas las niñas Sara y Marta, que le daban con mucha idea al molinillo.
El garbo y genio de la Salvadora
La Asociación de Mujeres de Carrión se encargaba de otros pormenores guisanderos. Destacar el garbo de Salvadora Espinosa Reyes, quien a sus 80 años, se afanaba en dirigir el guiso de media docena de ollas con potaje de judías y otra con revientalobos, en su puntito de picante. “Ya ves hija comida saludable”, decía, “y light”, apuntaba irónica otra vecina, Vicenta Zapata.
Feliz está “La Salvadora”, como la conocen en Carrión, “llevo 32 años guisando en la Virgen con mi hombre, y contra más lío, mejor sabe la comida, que sí muchacha, te lo digo yo, a más lío, mejor”, repite alegre, claro ejemplo de esas mujeres altruistas, que, sin cobrar, son la chispa de las celebraciones populares y multitudinarias de tantos pueblos.
Pan de toda la vida, y rico vino cedido de forma gratuita por Bodegas Naranjo, acompañaron el día, donde hubo limoná para los mayores y refrescos para los pequeños. Y como del cerdo se aprovecha todo, los chorizos, derivados y embutidos que se están elaborando servirán para fiestas postreras, bien carnaval o la Virgen, como aperitivo para todo el pueblo.
