Se equivoca el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ciudad Real; se equivoca la edil de Movilidad, Rosario Roncero; y se equivoca la alcaldesa Rosa Romero, aplicando la mordaza administrativa a quienes se atreven a manifestar su descontento o, simplemente, su disensión, ante la gestión del Consistorio o de las instituciones gobernadas por su signo político.
Esta misma semana, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha incoado sendos expedientes a un ciudadano que participaba en una concentración de protesta en la Plaza Mayor y a un funcionario municipal. Los dos procedimientos tienen un denominador común: ambos expedientados “hablaban demasiado”.
En el primer caso, el joven ha sido objeto de expediente sancionador por “hacer ruido” con un megáfono durante una concentración de protesta contra los desahucios y los recortes del Gobierno. La multa, por falta leve, y justificada en una supuesta vulneración de la ordenanza municipal de ruidos, podría ascender a 120 euros. En el caso del funcionario, jefe de servicio de Medioambiente, el expediente “de información reservada” viene tras su participación en una rueda de prensa durante la cual se matizaron, e incluso refutaron, algunos de los datos ofrecidos anteriormente por la alcaldesa, quien defendió previamente la gestión privada de las zonas verdes municipales.
Obviando lo absurdo que resulta expedientar por usar un megáfono al participante en una manifestación que cumplía con todos los requisitos legales y que se acogía a su derecho fundamental de manifestación y comunicación, en el primer caso; y a un funcionario que hizo uso de su derecho constitucional de libertad de expresión, en el segundo, el Ayuntamiento se equivoca dando curso a ambos procesos.
Atendiendo a las formas, el Consistorio remeda actuaciones propias de otros regímenes. Y atendiendo al fondo… Ya lo hemos subrayado reiteradamente en este medio: el ciudadano no puede ser víctima de este “neo despotismo” institucional, provenga del signo político que sea. Es la ley, esgrimirá a buen seguro la corporación local. En este caso es la ley, sí, pero aplicada fuera de contexto y llevada torticeramente al extremo de cercenar los derechos básicos de los ciudadanos. La Ley, y ya hay sobrada jurisprudencia al respecto, no puede blandirse para neutralizar libertades constitucionales ni para propagar un “efecto desaliento” en el uso de derechos fundamentales.
Antes deberían velar las instituciones públicas por el cumplimiento de las leyes justas que incumplen y por cambiar las normas viciadas que necesitan de un cambio. Mientras tanto, no les quedará otro remedio que aguantar su vela o reaccionar con reflejos, comprensión e inteligencia al malestar ciudadano.
Magnífica editorial. Enhorabuena.
El ayuntamiento de Ciudad Real es el menos transparente de España.
Esto es tremendo.
Si la alcaldesa de Ciudad Real no es transparente en sus actuaciones políticas, tampoco lo será el ayuntmaiento de Ciudad Real.
Qué sea transparente con el enchufe de su marido en el aeropuerto de ciudad real, de jugador del Manchego FC sin experiencia, ni estudios ni idiomas ni na de na pasó a director de marketing del aeropuerto de ciudad real. El aeropuerto de Ciudad Real estba fiananciado por CCM y la alcaldesa en aquella época era consejera de CCM. Esta es la transparencia.
La alcaldesa está nerviosa por los sobres en dinero negro del PP, no sabemos si está ella en la lista pero puede estar, ya veremos o no, pero el caso es que está muy pero que muy nerviosa con el tema.
Qué sea transparente también con su chalet, de donde ha sacado el dinero para construirse ese chalet, ya veremos donde acaba esta nuestra alcaldesa de ciudad real.
Que resuciten el Tribunal de Orden Público,de infausto recuerdo ,y que tanto dolor causó hasta 1977 en que se disolvió. Y que recuperen la Ley de Vagos y Maleantes. Y que los políticos que nos roban todos los días, en negro y en nómina, sigan haciéndolo con total impunidad. Dios los perdonará cuando se pongan la túnica ahora que tenemos próxima la Semana Santa. La Constitución, a este paso, se quedará en letra muerta ,en papel mojado.
No hay que perder la esperanza. Algún día promulgaremos una Ley de Tontos y Maleantes para aplicarla a Rosa Pavisosa y a todos los que, como ella, son tontos y maléficos.
El Ayuntamiento desalienta a los charlistas y habladores, porque tiene un enorme mal aliento democrático. Fruto de la falta de higiene bucal y de falta de hábitos parlamentarios.
Es posible que después de este estupendo editorial cierren «MiCiudadReal»
¿Nos queda la palabra…? ¡O ya ni eso…!
Los insultos echan por tierra cualquier argumento
Los funcionarios tenemos la obligación de no revelar información profesional, haciéndose la misma por los cauces legalmente establecidos. No entiendo como y quién ha consejado a este funcionario ha realizar una rueda de prensa, acaso es que los sindicatos no han querido saber nada, este funcionario es el de mayor escala, no tiene por encima un responsable?. Un saludo
Muy de acuerdo con la opinión expresada en esta editorial. Especialmente grave la sanción al jefe se servicio de Medio Ambiente, pues no hace otra cosa más que decir la verdad este funcionario que me consta siempre ha velado por promover el empleo dentro del ayuntamiento y ahora se le quiere «juzgar» por decir verdades como puños.
Parece ser que el Ayto. y más concretamente la susodicha Alcaldesa ya han «cerrado» el contrato de adjudicación de la gestión privada por parte de alguna empresa y solamente añadire que el tiempo dará y quitara la razón cuando salgan a la luz las verdades ocultas de esta adjudicación.
Me resigno a criticar las malas formas de un equipo de gobierno que lleva mucho tiempo malgobernando y animo a todos y todas los ciudadrrealeños a meditar su voto en las próximas elecciones.
Esta editorial, como tal, merece mis más sinceras felicitaciones
Ácido tu que pareces conocer a esta persona, dime como ha podido cometer un error de ese calibre, quién le aconsejo, no teneis sindicatos?. La denuncia popular la tienen que hacer los sindicatos, no los funcionarios, pues como usted dice y con toda la razón, este PP y el central están gobernando como una dictadura y ya han encontrado su primera víctima. Un saludo
[…] ejercicio perfectamente legítimo de derechos fundamentales. Esto tiene un nombre algo poético: la “doctrina del efecto desaliento”. Es una fórmula jurídica de origen estadounidense, reconocida también por nuestro Tribunal […]