Daimiel Noticias.- Las inclemencias meteorológicas empañaron el pasado sábado los actos organizados por la Peña Equina Rocinante con motivo de la festividad de San Antón cuya efeméride fue el 17 de enero. La lluvia, y sobretodo el intenso viento, deslucieron las tradicionales tres vueltas de mascotas acompañados de sus propietarios, bendición de panes y reparto de pitos que se convocó en la tarde alrededor de la iglesia de Santa María La Mayor. Fueron los menos los que participaron de esta tradicional iniciativa, aunque se pudieron ver algún que otro gato, perros, un hámster, una tortuga y hasta una yegua.
Debido a las precipitaciones, el sacerdote Valentín Sánchez Rojas se vio obligado a bendecir los panes desde la sacristía del templo.
Ya por la noche, la hoguera ardió, como manda la tradición, en la Plazoleta que lleva el nombre del Patrón de los animales. Bomberos de la estación daimieleña custodiaban el entorno. Las llamas no sucumbieron ante la amenaza de lluvia. Los encargados de prender la hoguera fueron Francisco Escuderos, en representación de la familia Escribano Sáez, y el concejal de Agricultura, Gregorio Díaz del Campo, quien hizo las veces sustituyendo así al alcalde Leopoldo Sierra, presente en la promoción del libro homenaje a Eusebio Ortega Torres. No obstante, una vez concluido el acto acudió a la hoguera donde departió con los integrantes de la Peña Equina Rocinante.
El presidente Matías Arroyo destacó la ilusión de la Peña en este acto que concluyó con la rifa de «Crisis», el guarrillo de San Antón que ha tomado el nombre de su homólogo en la localidad vecina de Almagro, y que este año se ha entregado ya despiezado.