La Revista de Toxicología ha publicado un estudio sobre intoxicaciones intencionadas y accidentales de la fauna silvestre y doméstica en España y las diferencias que existen entre Comunidades Autónomas, realizado por el grupo de Ecotoxicología del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la UCLM. El informe advierte de la necesidad de que en próximas regulaciones de plaguicidas se tenga en cuenta el riesgo que supone la comercialización de formulados concentrados con ingredientes activos de elevada toxicidad.
El grupo de Ecotoxicología del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) advierte de la necesidad de que en futuras regulaciones de plaguicidas y biocidas se tenga en cuenta el riesgo del uso ilegal en la preparación de cebos envenenados que comporta la comercialización de formulados con una alta concentración de ingredientes activos de elevada toxicidad.
Dicha observación es fruto del resultado obtenido en el estudio realizado por el grupo liderado por el investigador de la UCLM Rafael Mateo Soria entre los años 2004-2010 y que permitió el análisis de 1.157 casos sospechosos de intoxicación de fauna silvestre y doméstica en el medio natural -1.800 animales y 341 cebos- procedentes de distintas Comunidades Autónomas.
El estudio, publicado por la Revista de Toxicología, detectó un 41,2% de casos positivos, de los que un 40,8% correspondieron a animales y un 52,6% a cebos. La detección del tóxico llegó a ser del 71,4% en el caso de los carnívoros domésticos, lo que en opinión de los investigadores indica su utilidad como centinelas del uso del veneno en el medio natural. Además, el 78,3% de los animales que resultaron positivos a los análisis toxicológicos practicados fueron considerados intoxicaciones intencionadas.
Según el estudio, las aves rapaces diurnas fueron el grupo más afectado por las intoxicaciones, representando el 43,6% del total de animales positivos, seguidos de los mamíferos carnívoros (27,1%).
Respecto a los tóxicos más detectados fueron por este orden: los insecticidas anticolinesterásicos, con una presencia del 80,4% en cebos y del 65,8% en animales; los rodenticidas anticoagulantes, -5% y 19,6%, respectivamente-; la estricnina -2,2% y 6,5%, respectivamente- y el arsénico -4,5% y 2,3%, en cada uno de los casos.
De las diferencias observadas entre Comunidades Autónomas destaca la mayor aparición de intoxicaciones por estricnina en Asturias, rodenticidas anticoagulantes en Castilla y León, insecticidas organofosforados en Aragón, insecticidas carbamatos en Castilla-La Mancha y Madrid, y la aparición de otros venenos, como α-cloralosa o barbitúricos, en Cataluña.
Por último, el estudio concluye que el 82,3% de las intoxicaciones intencionadas fueron debidas a anticolinesterásicos y el 85,5% de las accidentales a rodenticidas anticoagulantes.