Daimiel Noticias.- A partir del próximo lunes 21 de enero los nuevos conductores tendrán que superar un examen práctico con importantes cambios. La principal novedad llegará en los primeros 10 minutos de la prueba donde se realizará un test de «conducción autónoma».
Aquí el examinador se limitará a pedir al alumno que inicie la marcha y se dirija a un lugar determinado (o a que inicie la marcha y circule libremente. En este caso, el examinador dará al aspirante las «indicaciones mínimas e imprescindibles, que le sirvan de orientación». Así lo explicaba el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas, el daimieleño, Justo Ruiz de la Hermosa, que ponía como ejemplo «el dirigirse al Quijote Arena» desde la Jefatura de Provincial de Tráfico en la capital provincial. Ruiz de la Hermosa matizaba que en el caso de Ciudad Real «no nos pilla muy de sorpresa porque nos eligieron hace dos años como provincia piloto y aunque no se ha puesto en práctica mucho ya tenemos alguna experiencia». Precisamente por los exámenes ya realizados con este formato y según su opinión, esta primera parte beneficia al alumno que «va mucho más tranquilo sin la incertidumbre de saber si le van mandar a un lado a otro».
A continuación, el resto del examen seguirá siendo de circulación guiada, con los mismos criterios de evaluación y con la inclusión de que se evaluará de manera global la realización de una «conducción eficiente». Conducir de forma ineficiente supondrá una falta leve.
La otra gran novedad de la prueba, que como mínimo deberá durar 25 minutos, llegará antes de subirse al coche. Se pedirá a cada aspirante que realice alguna verificación o comprobación -con carácter aleatorio- de una serie de elementos del vehículo, como el estado del nivel de alguno de los líquidos, la presión o dibujo de los neumáticos o el funcionamiento de los parabrisas. Un acierto, en palabras de Ruiz de la Hermosa, ya que «en algunos casos hemos comprobado como aprobaba gente que no sabía ni abrir el capó». Tanto es así que recordaba la anécdota de un alumno que ante la pregunta del examinador de ¿qué color tiene el chivato de las luces largas en mi coche? (siempre es de color azul) «el chaval contestó que no lo podía saber porque desconocía el modelo del coche».
Acabado el examen, el evaluador comunicará al aspirante, en presencia únicamente del profesor, el resultado de la misma. A éste le acompañará una explicación breve -que no excederá del minuto y medio o de los dos minutos- y clara sobre la evaluación de la prueba, sin entrar en discusión sobre faltas concretas, tal y como ha informado la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
También la prueba teórica presenta una modificación. A partir de la próxima semana, se va a pasar de una base de alrededor de 800 preguntas a 15.500 cuestiones. El objetivo es claro: evitar que la gente memorice las respuestas y conseguir que los conocimientos se interioricen. El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas veía con buenos ojos un cambio que «reforzará la enseñanza tradicional y la asistencia a clase» ante «una palpable carencia de conocimientos». No obstante, Ruiz de la Hermosa recalcaba que no debe ser motivo de preocupación porque «el reglamento es el que es, no se ha ampliado».
Preguntado por un posible repunte de alumnos en las semanas previas a la entrada en vigor de estos cambios, Justo Ruiz de la Hermosa comentaba que ha habido más movimiento, pero nada destacable». El problema, al igual que en otros sectores, es que la situación de muchas familias les impide hacer cualquier gasto de estas características.