La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, a través de la Dirección General de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo, vela por la salud de los consumidores durante las fiestas de Navidad, garantizando su protección a través de un sistema de guardias que permite activar el sistema de vigilancia alimentaria, tanto a nivel nacional como internacional, según explica en nota de prensa.
La Red de Alerta de Productos Alimenticios es un sistema de actuación rápida destinado a notificar los riesgos, directos o indirectos, para la salud humana que se deriven de alimentos y en el que participan todos los estados miembros de la Unión Europea. Se trata de un protocolo normalizado y permanente de vigilancia y alerta ante cualquier riesgo o incidencia, relacionado con los alimentos, que pueda afectar a la salud como, por ejemplo, brotes de toxiinfección alimentaria o gastroenteritis.
Cuando se detecta un posible peligro en un alimento, se activa el sistema permitiendo un intercambio rápido de información entre las distintas autoridades competentes. Esto hace posible que se puedan retirar del mercado los alimentos afectados en un breve espacio de tiempo, evitando su consumo por otras personas con el consiguiente riesgo para su salud.
En un mundo globalizado como el actual, donde están a nuestro alcance productos procedentes tanto de la Unión Europea como de terceros países, la Red de Alerta recoge información de todos ellos para mayor seguridad del consumidor final.
3.200 notificaciones de productos en 2012
A lo largo de 2012, la Dirección General de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo, a través del Servicio de Sanidad Alimentaria, ha gestionado 3.200 notificaciones de productos en la Red de Alerta de Productos Alimenticios que no se ajustaban a lo establecido en la legislación vigente y/o que suponían un riesgo para la salud pública. Del total de notificaciones registradas en nuestra comunidad autónoma, sólo ha sido precisa la retirada de los productos implicados en 56, puesto que el resto los productos afectados no habían sido distribuidos en el territorio de Castilla-La Mancha.
En todos los casos que han exigido una intervención de los Servicios Oficiales de Salud Pública se ha actuado con rapidez, logrando que ninguna persona se haya visto afectada por el consumo de los productos anómalos. Todos los fines de semana del año, y en especial en estas fiestas navideñas, se mantiene un sistema de guardias que permite una pronta actuación, incluso fuera de los horarios habituales de trabajo, asegurando la retirada de la venta de productos que presenten factores de riesgo para el consumidor.
La Dirección General de Salud Pública, sobre todo durante estas fechas en las que son tradicionales las comidas familiares y el consumo de productos menos habituales durante el resto del año, cuida de la salud de los castellano-manchegos manteniendo en permanente funcionamiento uno de los sistemas más eficaces de prevención en Salud Pública existentes en el territorio nacional.