El sábado se ponía fin en el Teatro Ayala a las actividades que el centro educativo puso en marcha el pasado 15 de enero para conmemorar su primer centenario en Daimiel
Daimiel Noticias.- Este sábado tenía lugar en el Teatro Ayala la clausura de las actividades de celebración del primer centenario del colegio Divina Pastora, que comenzaban el pasado 15 de enero. Al acto asistían representantes de la comunidad Calasancia, de los distintos centros escolares daimieleños, los sacerdotes de San Pedro y Santa María, profesores, alumnos y las autoridades locales, encabezadas por el alcalde de Daimiel Leopoldo Sierra. El primer edil compartió durante el acto mesa presidencial con la superiora y directora del centro Porfiria Jiménez Jiménez y con la Superiora General de las Religiosas Calasancias, Sacramento Calderón Rodríguez de Guzmán. También estaba presente entre el público el padre provincial escolapio Daniel Hallado.
Sacramento Calderón iniciaba el turno de intervenciones con palabras de agradecimiento a los presentes y de recuerdo para la figura del Beato Faustino Míguez, un «creyente comprometido con la sociedad», iniciador de esta obra en Daimiel por mediación de Don Tiburcio Ruiz de la Hermosa, párroco de San Pedro de entonces.
Calderón destacó la buena relación educativa que existe entre este colegio y el resto de centros de Daimiel y citaba el 2012 como «un año para hacer memoria agradecida de un colegio ya centenario» y de «la vida aportada por este centro a la sociedad de Daimiel».
Agradeciendo su vocación a las educadores, tanto religiosos como laicos, invitaba a mirar al futuro con esperanza reiterando su compromiso por una «educación cristiana capaz de ofrecer a los niños una educación integral en piedad y letras».
Un centro de «referencia»
Por su parte Porfiria Jiménez, que también agradecía su presencia a los asistentes y su trabajo a los que han colaborado en la celebración del centenario, definía el colegio Divina Pastora como «un centro referencia para las distintas generaciones de niños y jóvenes que pasan por él». En cuanto al centenario, destacaba la participación de todos los centros de la localidad y los «momentos de reencuentro y fraternidad especial» vividos.
Por último, tomaba la palabra Leopoldo Sierra, quien expresaba su gratitud al Divina Pastora por su trabajo educativo y evangelizador en Daimiel, ejemplo de «profesionalidad y compromiso con los jóvenes que han pasado por sus aulas». También recordaba los momentos históricos vividos en este centenario, caso del encuentro de la Virgen de las Cruces con la imagen de la Divina Pastora.
Citando la Educación como «un derecho recogido en la Constitución, pilar fundamental para una sociedad que avanza que fomente la convivencia y el esfuerzo», resaltaba «la importancia de la existencia de centros como este en el que se da ejemplo de formación de calidad dentro de los valores del cristianismo».
Por último, y antes de dar paso a las actuaciones, tanto Sierra como los párrocos de Santa María y San Pedro, Valentín Sánchez Rojas y Eulalio Asensio y las madres Gloria Díez y Almudena Béjar, promotoras y dinamizadoras del centenario, recibían un obsequio por parte de la Comunidad Calasancia.
