No ha habido cambios en la argumentación, aunque sí importantes matices, en la esperada comparecencia de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ante el Juzgado número 5 de Coslada, adonde ha acudido esta mañana para declarar por el caso del supuesto espionaje de cargos del PP ciudadrealeño a cargo de la empresa Detectives Almirante. La presidenta ha insistido hoy en que ella y otros dirigentes del PP de Ciudad Real, como la alcaldesa de la capital, Rosa Romero; o el ahora portavoz popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Cañizares, fueron seguidos e investigados, y se realizaron «pesquisas» sobre su patrimonio. No obstante, ha evitado referirse a los organizadores del supuesto espionaje.
Cosdepal, Romero y Cañizares aseguran que nunca mencionaron el nombre de la empresa que realizó esas actividades, aunque han subrayado que tienen «pruebas» que avalan sus afirmaciones.
El PSOE, satisfecho porque «no se ha podido comprobar su vinculación»
Por su parte, la portavoz de Empleo del PSOE en las Cortes regionales, Milagros Tolón, ha considerado que “lo importante no es si condenan o no a Cospedal. Lo importante es que esto es el síntoma de un problema: el de tener a una Presidenta que hace política desde la mentira y desde la soberbia”.
En los mismos términos se ha expresado la portavoz y vicesecretaria regional del PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, quien ha resaltado la «satisfacción» de los socialistas de Castilla-La Mancha porque “ha quedado demostrado que Cospedal mintió y que no ha podido sostener delante de un juez la mentira de que el PSOE contrataba agencias de detectives para investigar a dirigentes del PP”.
Según Maestre, “lo único que ha ratificado Cospedal ante el juez es que se investigó a dirigentes del PP, pero no es que no haya podido demostrar que eso se hizo por orden del PSOE, es que ya no se atreve ni a citarlo”.