Estudiantes de Terapia Ocupacional diseñarán un programa de asistencia geriátrica con perros

La Facultad de Terapia Ocupacional, Logopedia y Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha firmado un convenio con la empresa ASGECAN para que los alumnos de cuarto curso de Terapia Ocupacional desarrollen  un programa de asistencia geriátrica con perros. La iniciativa, explica la profesora Ana Isabel Corregidor, parte de un grupo de alumnas interesadas en realizar su trabajo de fin de grado (TFG) sobre terapia asistida con animales en personas mayores institucionalizadas.

La profesora Corregidor, tutora del grupo, señala las mejoras que produce la terapia asistida con perros en pacientes geriátricos en diferentes aspectos fisiológicos y psicológicos, tal y como han constatado diversos estudios. “Se ha demostrado que estas terapias mejoran el estado de ánimo, la atención y la motivación de personas mayores residentes en centros donde reciben asistencia institucionalizada”, afirma.

A través de su acuerdo con ASGECAN,  los alumnos del centro talaverano diseñarán un programa que combine  terapia ocupacional con terapia asistida con animales, con el objetivo de “mejorar  el desempeño de las actividades de la vida diaria de personas mayores que viven en residencias de ancianos  y que tienen patologías como demencia, depresión o deterioro funcional”.

El programa de asistencia en el que ya trabajan los alumnos, anticipa Corregidor, es la fase previa a un futuro proyecto de investigación para el que la Facultad ya cuenta con la colaboración de varias residencias de ancianos de Talavera de la Reina y de Toledo.

Actualmente, explican desde ASGECAN, los perros se utilizan cada vez en más campos como el geriátrico, el autismo y todo tipo de discapacidades, así como en actividades educativas para niños y adultos. Los sentimientos y sensaciones que produce el vínculo entre el ser humano y los animales aportan a la terapia un ambiente idóneo de cooperación y estimulación, que hace posible la mejora de distintos aspectos funcionales de la persona, tales como el emocional, el físico, el cognitivo y el social. El perro, recalcan, es la conexión con el usuario, interviniendo como elemento facilitador y conciliador de la terapia.