El desbarajuste más absoluto

Alberto Lillo López-Salazar. Concejal del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Ciudad Real.- No hay día que no nos levantemos con una sensación de vértigo y de vacío en el estómago pensando en lo que ese día nos va a presentar el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciudad Real.

Sí, ese Ayuntamiento que tan desastrosamente mal ha venido gestionando el PP durante los últimos 17 años.

Años que han coincidido con épocas de gran actividad económica, por lo tanto de ingresos a las arcas municipales, que los ciudadanos no vemos reflejados en mejoras estructurales en la ciudad: calles mal asfaltadas, mal planificadas para las necesidades de nuestro tiempo; colectores y tuberías obsoletas y pidiendo a gritos una renovación de las mismas; un centro de la ciudad caótico; una ciudad sin dotación industrial, ni en tejido industrial ni en perspectiva al no disponer de terrenos con características propias para su desarrollo; una ciudad que no ha protegido su patrimonio artístico y que cierra lo escasamente visitable; una población que no ha sido respetada, engañada con promesas electorales incumplidas, negadas y con el desasosiego diario que provocan los desahucios, la falta de trabajo, la falta de expectativas de crecimiento, el cierre paulatino de nuestras empresas familiares y la marcha fuera de nuestra ciudad de nuestros jóvenes, los mejor preparados de nuestra historia y a los que no hemos dejado más camino que recurrir a la emigración, a destinos desconocidos y a la búsqueda de futuro. Ese futuro que esta ciudad, mandada por los populares, los de la eficacia, los de “dejad que España se hunda, que ya vendremos a salvarla”, nuestra ciudad endeudada hasta su armazón, no les ofrece.

Y con todo, hace unos días volvemos a leer el “nosecuantos” canto de sirena del portavoz del equipo de gobierno, dando la fantástica noticia de que han solicitado un nuevo préstamo de 12.000.000 de euros para tener pagaduría, y encima pretende comunicarlo como actuación de éxito del ayuntamiento, que fíjate tú si seremos buenos, que hasta el banco nos lo da….

Si no fuera por la importancia que tienen actuaciones de este tipo para la ciudadanía, que a fin de cuentas es la que paga estos desmanes, casi hasta nos haría gracia el comentario descerebrado del portavoz, No sólo nos tienen endeudados con el Plan de Ajuste que aprobaron solos, sin el apoyo de ningún grupo de la oposición, hasta el año 2022 y que claramente están incumpliendo. Les faltan controles internos de gasto, no recaudan con determinación lo que se debería recaudar y además no son vigilantes del fraude existente. No han controlado el gasto corriente, nos han engañado con falsas expectativas de cobros extraordinarios, y diría más, cercanos los límites de legalidad y de transparencia legalmente exigibles. En fin, un cúmulo de desaciertos dignos de la más dura y estricta reprobación de su forma de gobernar.

No podemos invertir nada hasta el 2020 por el Plan de Ajuste; vamos a despedir trabajadores del ayuntamiento durante este año que viene, eso sí, según el informe de intervención, la única partida que se ha llevado hasta sus últimas consecuencias ha sido tristemente el despido de trabajadores del ayuntamiento. Sin despeinarse, sin una lágrima, sin pudor alguno, han mandado a su casa a un número importante de compañeros y compañeras del ayuntamiento, y para este año, más y más, y todo bajo el paraguas de “la dichosa crisis”. Más familias a la desesperanza, sin embargo, nos han dado un préstamo bancario para estar aun más endeudados.

Y como es normal en ellos, todas esas promesas de cobros, de ingresos extemporáneos, de todas esas esperanzas mal llevadas y mal expresadas, nos llevan nuevamente a observar con incredulidad manifiesta una nueva promesa, el nuevo cuento de la lechera: ¡hombre, si ahora esa empresa a la que quisimos defenestrar hace escasamente un año, nos va a pagar tres millones de euros que nos van a salvar los presupuestos del 2012 a costa de hundir un poco más la ciudad, pero esta vez hipotecada hasta el 2030! ¿alguien da más?

El pago de AQUAGEST, “después de una ardua e intensa negociación durante bastantes días y horas”, y habiendo quemado todos los cartuchos posibles, han conseguido que la empresa de aguas nos de todo el dinero -que en teoría nos lo tendría que ir dando año a año hasta el 2030-. Sí, 18 años, cuatro legislaturas y media más. Nos lo dan de golpe y porrazo para que este ayuntamiento pueda pagar su incompetencia, sus desaliñados proyectos, su inoperancia, su falta de transparencia, su negación a la mas mínima negociación y colaboración, a sus cuentos incumplidos, a la negrura de sus acciones, en fin, al descontrol presupuestario más oneroso y dañino en la historia de nuestra ciudad.

Están dejando una ciudad endeudada, sin futuro, sin capacidad de renacer como “el ave fénix de sus cenizas” porque no van a quedar ni las cenizas, se las llevará el viento. Como se va a llevar las ilusiones de miles de vecinos y vecinas que confiaron en ellos, que les dieron su voto, ¡qué pobre herencia podremos dejar a nuestros hijos, qué ciudad abandonada! El desbarajuste más absoluto.