La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha destacado hoy que la Constitución de 1978 representó un “enorme acto de generosidad que se fundamentaba en renuncias y en sacrificios muy importantes para lograr el objetivo de buscar el interés general, asentarse sobre el consenso y lograr la prosperidad y un futuro para nuestro país”. Durante el acto de conmemoración del XXXIV aniversario de la Constitución, Cospedal ha destacado que al contrario que el resto de las constituciones que han tenido la historia de España, la del 78 no se identifica con una posición política o con un partido sino que “se elaboró con la firma y con la firme voluntad de ser la Constitución de todos”.
Por ello, considera que “se equivocan aquellos que han tratado o tratan de poner en duda el concepto de soberanía nacional, residenciándola en aspectos políticos o identificaciones políticas o territoriales distintas del territorio español y de los ciudadanos de toda España”. “El pueblo español somos todos y todos tenemos que decidir sobre nuestro futuro y sobre nuestra organización”, ha asegurado.
Cospedal ha apelado a “recuperar con una urgencia absolutamente radical el espíritu de la concordia” que inspiró la redacción de nuestra Carta Magna hace más de 30 años. En este sentido, ha señalado que “no hay ninguna norma tan amplia, tan elástica y tan generosa como la Constitución española, dentro de la cual pueden vivir en comodidad y con comodidad todos aquellos que se sienten españoles, de una u otra manera, pensando de una u otra manera, y aquellos también que además de españoles se pueden sentir otras cosas”.
La presidenta se ha referido además a la redacción de la Ley de leyes como “uno de los éxitos colectivos más importantes de la sociedad española”, ya que ha permitido que España sea hoy una nación donde “la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político tienen garantía de ley, que sea un Estado que fundamenta su orden político en la paz social, en la dignidad de la persona y en los derechos inviolables que le son inherentes y donde los poderes públicos están obligados a remover los obstáculos que impidan o dificulten la libertad y la igualdad”.
El derecho a la educación
En su intervención, la presidenta de Castilla-La Mancha también se ha referido al derecho a la educación que consagra la Constitución para recordar que tanto la comunidad educativa como la Administración educativa “tenemos que tener algo muy claro que, por encima de cualquier otra consideración, el primer interés es el interés de aquellos a los que hay que educar”.
Por ello, Cospedal considera que al hablar de mantener o no determinados modelos educativos, hay que tener en cuenta si dicho modelo es el mejor para procurar la igualdad de oportunidades. En este sentido, ha afirmado que a su juicio, “nuestro modelo educativo, que tantas bondades ha tenido en algún sentido; en otros, fundamentalmente el de garantizar el éxito escolar de la mayoría de los estudiantes o de contener los mejores índices de excelencia educativa, no ha sido el más apropiado”.
Por ello considera necesario “optar por un cambio en el modelo educativo que tienda a la excelencia y a la consecución de las más altas cotas de calidad, empezando por la educación pública”.
Así, Cospedal ha instado a “fijarnos más en el contenido que en lo que se gasta en educación; en la autoridad del profesorado y en la dignidad que hay que reconocerle a los profesores, que en otro tipo de derechos; y en que todos los estudiantes puedan terminar la educación obligatoria y lo puedan hacer dentro de unos índices de calidad y de excelencia, que a diferencia de lo que nos ocurre ahora, podamos ser la envidia del mundo occidental”
Por otra parte, Cospedal también ha recordado en su intervención a las personas que tienen más barreras y más fronteras a la hora de disfrutar en plenitud de nuestros derechos y libertades.
Modelo autonómico
En su intervención, la presidenta ha recordado que la Transición también dio como resultado nuestro Estado autonómico, que ha sido el modelo “en el que hemos convivido más tiempo en paz, prosperidad y en bienestar en nuestro país”.
Asimismo, como ha recordado “ha permitido que en estos 34 años el margen entre las diferencias económicas entre los ciudadanos que viven en distintos territorios, se haya estrechado mucho”. Por ello, Cospedal considera que “la desafección por algunos gestores públicos, o políticos o el hecho de que hoy estemos en una situación de crisis económica no debe llevarnos a demonizar nuestro modelo de Estado”.
“Nunca España ha disfrutado de un periodo tan largo de bienestar social y de prosperidad política. Y no podemos de ninguna manera, desde mi punto de vista, confundir el abuso y el exceso en el modelo autonómico con lo que el modelo autonómico pretendía ser y tiene que seguir siendo”, ha afirmado. Por ello, ha instado a corregir los abusos y los excesos así como las duplicidades en la Administración.