Luis Mario Sobrino Simal.- Personalmente no desconfío de la buena voluntad del concejal de Participación Ciudadana a la hora de querer ampliar el espacio de participación de las distintas asociaciones (no sólo vecinales), pero sinceramente desconfío, y mucho, de que esa voluntad sea asumida y compartida por el equipo de Gobierno en su conjunto. Y a los hechos me remito: supresión de la ayuda a la FLAVE, trabas administrativas en general para las asociaciones vecinales, falta de locales para actividades y reuniones, habiendo, como hay, vacíos… El equipo de gobierno quiere acabar con el movimiento vecinal negando infraestructuras y recortando participación.
El movimiento vecinal tiene un reto: seguir luchando por sus reivindicaciones, que son las la ciudadanía de Ciudad Real, a pesar de los injustos e insolidarios recortes.
Todos sabemos que la culpa de esto no la tiene la falsa crisis, porque dinero e infraestructuras hay. El problema es la falta de voluntad política y el alejamiento del equipo de Gobierno respecto a la ciudadanía.
Ojalá me equivoque y el recién aprobado Reglamento de Participación Ciudadana, rechazado en general, salvo matices secundarios, tanto por la oposición como por el Consejo de Participación Ciudadana, y tras el periodo de alegaciones después de su publicación oficial, pueda ser modificado en los puntos que el movimiento vecinal considera claves para su aceptación.