La alcaldesa de Argamasilla de Calatrava, Jacinta Monroy, acompañada del concejal de Bienestar Social, Sergio Gijón, planteaba a los colectivos de la localidad las bondades del denominado ‘banco del tiempo’. “En lo actuales momentos de tantas dificultades, el tiempo que unos ciudadanos pueden dedicar a otro recibiendo a cambio el tiempo de los demás, es un valor que no tiene precio y que debe cundir en toda la ciudadanía”, refería la regidora.
Un ‘banco del tiempo’ es algo tan sencillo como un grupo de personas motivadas para intercambiar tiempo, de tal manera que se invierten horas ofreciendo un servicio o actividad y a cambio se demandan horas de otros servicios que se necesiten. A pesar de su denominación no hay dinero, siendo la denominación una metáfora en la que el tiempo es la única moneda de cambio, pues todos los servicios que se ofrezcan cuestan lo mismo, ese tiempo que se dedica en realizarla.
Durante la reunión, los ediles explicaron algunas de estas muchas posibilidades que supone invertir en este ‘banco del tiempo’. Así, por ejemplo, acompañamiento, actividades en la comunidad, arte y artesanía, asesoramientos, atención a personas, atención a animales, ayuda en el hogar, enseñar a cocinar, bienestar, costura, estética, deporte, formación, idiomas, jardinería, manualidades y labores, nuevas tecnologías, ocio y divertimiento, transportes, reparaciones, etc.
“El abanico es infinito, lo único que hay que hacer es poner al servicio de otros los conocimientos o habilidades de cada uno, recibiendo a cambio lo que otros puedan hacer por nosotros con su servicio”, refiere Monroy, quien además recalca bondades de este peculiar sistema de trueque como la el hecho de realizar actividades que gusten, conocer gente, aprender algo nuevo, enseñar lo que se sabe hacer o, simplemente, compartir experiencias.