El que fue director general de la entidad durante 17 años recibió ayer el cariño y reconocimiento de una amplia representación de empleados de la entidad pertenecientes a distintas épocas, en el marco de un almuerzo de 600 personas en Toledo.
Caja Rural Castilla-La Mancha rindió ayer homenaje a Rafael Martín Molero, quien durante 17 años fuera el director general de esta entidad, en el marco de un almuerzo de 600 personas en Toledo que reunió a una amplia representación de empleados de la cooperativa de crédito pertenecientes a distintas épocas.
La plantilla y el Consejo Rector de Caja Rural Castilla-La Mancha agradecieron así a Martín Molero, jubilado desde el pasado 13 de septiembre, su dedicación, esfuerzo y sacrificio para situar a esta entidad en la posición de liderazgo que hoy ocupa dentro del sector cooperativo de crédito nacional.
El almuerzo contó con la asistencia de la práctica totalidad del Consejo Rector de la Caja, el Comité de Dirección y la familia del homenajeado, así como del director general de Caja Rural de Almendralejo (Badajoz), Fernando Palacio, amigo y compañero de Martín Molero.
El acto fue presentado por el jefe de Protocolo y Comunicación de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier Rodríguez, quien recordó con nostalgia los primeros años de Martín Molero en la Caja, que aquél compartió como director de la oficina de Carmena, y contó con las intervenciones del presidente de la entidad, Andrés Gómez Mora; el director general, Víctor Manuel Martín López, y los directores territoriales de la cooperativa de crédito en Mora y Toledo, Santiago Méndez y Francisco Martín Gómez, respectivamente.
Todos ellos recordaron las diversas funciones desempeñadas por Martín Molero a lo largo del tiempo, sus experiencias adquiridas y su conocimiento de la plantilla de empleados de Caja Rural, bagaje fundamental para saber cómo organizar la estructura de la Caja y gestionar adecuadamente sus recursos.
En el acto fueron destacadas la amabilidad y humanidad de Martín Molero y su capacidad de sacar el mayor provecho de cada trabajador, sin olvidar nunca la importancia de valores humanos como la humildad, la honestidad y la honradez.
Los compañeros de Martín Molero aseguraron que con él como director general, Caja Rural Castilla-La Mancha ha destacado por su continua y constante mejora de todos y cada uno de sus parámetros económico-financieros, hasta la alcanzar la posición de referencia que hoy ocupa en el sistema español.
Martín Molero, quien recibió una placa y varios obsequios, escuchó emocionado todos los discursos; animó a la Caja a continuar por su senda de crecimiento y confió ciegamente en sus posibilidades, gracias a la capacidad de sus directivos y a la fidelidad inquebrantable demostrada por la plantilla hacia su entidad.
Una vida dedicada a la Caja
Rafael Martín Molero nació en Los Yébenes (Toledo) el 13 de septiembre de 1947. Casado, padre de dos hijos y abuelo de cuatro nietos, se incorporó a Caja Rural de Toledo, hoy Caja Rural de Castilla-La Mancha, en 1976 como empleado de la sucursal de Mora.
En 1978 fue nombrado director de la Oficina Principal de la Caja en Toledo y ha ocupado también los cargos de secretario del director general, secretario general de la entidad, jefe de Zona de Toledo, secretario de actas del Consejo Rector, responsable de la acción social y jefe de Seguridad de la Caja.
Fue miembro constituyente del Consejo Nacional de Cajas Rurales de España.
En 2003 impulsó la creación de la Fundación Caja Rural de Toledo, hoy Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha.
En 2011 promovió junto a Andrés Gómez Mora el cambio de denominación social de Caja Rural de Toledo a Caja Rural de Castilla-La Mancha, decisión histórica aprobada unánimemente por la Asamblea General de la entidad.
Cuenta en su haber con la Cruz al Mérito Policial con distintivo Blanco otorgada por el Ministerio del Interior, la más alta condecoración policial que puede darse a un civil.