El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha asegurado hoy que «el máximo objetivo que persigue el proyecto de ley de tasas es conseguir un importante ahorro de costes, a través de una adecuada gestión de los servicios públicos, que redunde en una mayor eficiencia y eficacia de la Administración Pública».
Según ha explicado Romaní durante el debate parlamentario sobre la ley de tasas, el incremento de recaudación esperado no supone ni el 0,9 por ciento de los ingresos tributarios totales, o lo que es lo mismo, ni un 0,4 por ciento del presupuesto total de la Junta.
Además, ha proseguido, «hay que tener en cuenta que, según se incremente esa eficiencia y eficacia, y en consecuencia se vaya reduciendo el coste del servicio, el coste de la tarifa podrá ir reduciéndose con atención al principio de revisión y actualización de la cuantías de las tasas».
Tal y como ha indicado el consejero, «las tasas no sólo aportan financiación sino que, además, en ocasiones, contribuyen a disminuir el mal uso, o el uso innecesario en la utilización de los servicios púbicos».
«Evitando este tipo de prácticas, se consiguen unos servicios públicos de calidad. Se trata de desincentivar la demanda innecesaria o artificial, lo que incrementa inmediatamente la calidad de los servicios públicos y reduce su coste», ha explicado Romaní.
Necesidad de actualizar la normativa
El titular de Hacienda ha recordado que la normativa regional en materia de tasas no ha sido actualizada en 22 años, “por lo que se hace necesario abordar la modificación de la legislación regional. «La legislación ha quedado obsoleta y dispersa, siendo necesaria su adecuación a las circunstancias actuales, dándole mayor seguridad jurídica, transparencia y claridad», ha afirmado Romaní.
«En determinadas tasas en las que hay un destinatario o beneficiario muy concreto, ¿por qué tienen el resto de los ciudadanos que financiar el servicio?», se ha preguntado el consejero. «La propia naturaleza de la tasa vincula el tributo al mantenimiento de un servicio público concreto y bien determinado, repercutiendo única y exclusivamente el coste que ha beneficiado o afectado al sujeto pasivo de la tasa», ha concluido Romaní.