75 enfermeros de la provincia han participado hoy en el “Taller de actualización de conocimientos en vacunas”, celebrado en el Colegio Oficial de Enfermería de Ciudad Real con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer. Esta reunión ha servido como punto de encuentro para realizar una revisión sobre diferentes aspectos relacionados con la vacunación: “hemos dado a conocer desde cómo actúa en el organismo una vacuna hasta la importancia de mantener la cadena del frío e incluso la importancia de seguir las pautas de vacunación según los calendarios vacunales”, explica la doctora Úrsula Asensio, Asesora Médica de Pfizer y ponente del curso acreditado.
Durante el encuentro se hizo un repaso al calendario vacunal propuesto por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) para 2012, que incluye la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente (Prevenar 13®) entre las vacunas sistemáticas, aunque no está financiada por el sistema público de salud -salvo en Galicia y, a partir de enero del 2013, en el País Vasco-. “Tal y como se ha comentado, esta vacuna se incluye en la categoría de vacunaciones sistemáticas (la que todos los niños debieran recibir según las recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la AEP) por la carga de enfermedad neumocócica actual y el gran impacto que tiene la vacuna en la prevención de las mismas”, apunta Asensio. “Así, según los datos del Estudio Heracles realizado en la Comunidad de Madrid, se ha observado que desde que empezó a utilizarse la vacuna conjugada trecevalente en esa región, se han reducido en un 55% los casos de hospitalizaciones por enfermedad neumocócica invasiva (ENI) en niños menores de 15 años”, concluye la doctora. La AEP recomienda su administración en 4 dosis: las tres primeras a los 2, 4 y 6 meses y un refuerzo de la misma entre los 11 y 15 meses de edad (pauta de 3+1).
Las infecciones por Streptococcus pneumoniae, también conocido como neumococo, se producen, principalmente, durante los primeros años de vida. Además sigue siendo la patología bacteriana más grave, ya que provoca importantes enfermedades como la meningitis, neumonía bacteriémica, bacteriemia sin foco y sepsis. Por otro lado, puede producir infecciones no invasivas cuando la infección se da en las mucosas, como es el caso de la otitis media aguda, la sinusitis y la neumonía.
Desde la introducción de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente (Prevenar 13®) se ha observado una disminución en la incidencia de casos de ENI. Tal y como explica Asensio, “los datos del Estudio Heracles realizado en la Comunidad de Madrid señalan que el 80% de los casos de ENI están producidos por serotipos contenidos en Prevenar 13® y el 60% por los serotipos 1 y 19A que antes no estaban cubiertos con la vacuna anterior, heptavalente”.
Para concluir, la doctora Asensio quiso recordar a los asistentes que recientemente se ha autorizado la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente (Prevenar 13®) para la prevención de la enfermedad neumocócica invasiva en adultos de 50 o más años de edad, cubriendo de esta manera tanto a los niños más pequeños como a los adultos mayores de esa edad, los dos grupos con un mayor riesgo de padecer infección por neumococo.
Enfermería responsable de la vacunación
Para el vocal de formación continuada del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, Adrian Monzón Ferrer, “la extraordinaria acogida que ha tenido el taller de vacunas, demuestra el enorme interés que los profesionales de nuestra provincia tienen por formarse y actualizar conocimientos que les permitan dispensar cuidados de calidad”. El Colegio de Enfermería es consciente del enorme desarrollo que las vacunas están experimentando en los últimos años, razón de sobra para hacer que los profesionales que administran las vacunas necesiten un reciclaje continuo en su formación y conocimientos. Cada cambio que se produce en el mundo de las vacunas representa una necesidad y una oportunidad de refuerzo y de adquisición de nuevos conocimientos. El presidente del Colegio, José Medina opina que el proceso vacunal “es nuestra responsabilidad, desde el momento en que se reciben las vacunas desde el centro distribuidor, hasta que el usuario que demanda de nuestra atención vacunal finaliza su proceso de inmunización. Dentro de este proceso nos encontramos con el control de la cadena del frío, con el mantenimiento de calendarios y tasas vacunales en el individuo y la población, con la prevención y actuación ante posibles efectos adversos no deseados, con la gestión de los residuos vacunales, con la educación para la salud, etc., todo esto, sin desdeñar ni un ápice el trabajo en equipo con otros profesionales sanitarios, especialmente en atención primaria con los pediatras, pieza igualmente básica en la captación, aceptación y mantenimiento de las coberturas vacunales”.
Pfizer, Trabajando juntos por un mundo más sano
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