Santos G. Monroy.- Cuéntame el cuento del príncipe hechizado y del pueblo encantado por las brujas de antaño. Canta, juglar, la leyenda del alcalde de Puertollano, el aojado. Dicen que vaga con mirada ausente y ademán achacoso. Los pasillos de palacio susurran un tole-tole. Está de mala gana Joaquín Hermoso.
Vuelve el runrún de que no está el alcalde. Que escribe el testamento de su sucesión, como un anacoreta moribundo. El primer edil delega y divaga. Ya apenas comparece. Adiós, desfiles y procesiones. Adiós, patricias declaraciones. ¿Será edad o melancolía? ¿Será la inefable nostalgia de lo que pudo ser y, ay, no fue? ¿Serán celos de partido, o quizá despecho por el desamor de la emperatriz Cospedal? Zumban los rumores. Ausencias que connotan postración y desgana. La cancamurria de un pueblo castigado como jamás lo ha estado.
Puertollano está de mala luna y calma chicha. Ensartado en la rueca mágica del sueño, yace durmiente en la lluvia, con la desolación de una cruz de piedra al borde de la cuneta. Se cruzan las miradas taciturnas en aceras amargas. Se cubren de polvo las quimeras fabriles, y amortajan los escaños las telarañas de la molicie.
Gobierno y oposición dormitan prisioneros en el maleficio de las hadas. Para Toledo, Puertollano apenas es la mota de un mapa. Los pleitos se acumulan, las cuentas se rebelan. En el reino del quebranto ni hay dinero ni se le espera, mientras los trabajadores municipales temen por sus vidas laborales.
Qué pena, Puertollano, qué pena tan lastimosa. Sufres tu desdicha como el pastor de una parábola agria. Como en los cuentos de la infancia, lo importante es el final de los príncipes felices. Colorín colorado. ¿A quién le importan las perdices, ni el pobre pastor que las ha cazado?
En Twitter: @santosgmonroy
Pues si el Hermoroso está melancólico y desganado que se largue de una puta vez, que el dinero que le cae a él y a su señora a finales de mes no lo cogen con desgana.
Que se largue de una puta vez pero del pueblo, que dinero ya ha «hecho» suficiente, y así no le tenemos que ver más la jeta por las calles y garitos de Puertollano, *MODERADO*
Sí, la molicie, como si de licencioso y orate Nerón se tratara. Pobre Puertollano. Los que amamos esta ciudad sufrimos por ella, por sus ciudadanos y por su encanto que no se esfumará.
Demasiado joven el Sr. Hermoso para tanta melancolía. Demasiados concejales resistiéndose a salir . Fuera hace frío. Pero los puertollanenses anhelamos la marcha definitiva de tanto concejal liberado viviendo de la sopa boba.
La edad o la melancolía? Venga ya… pero si tiene cuarenta,su sueldazo y el de la esposa. Melancolía y cabreo yo, que estoy más parao que el reloj de mi abuela. Hermoso y sus concejales y los concejales del pp y de iu, están en la gloria, para ellos no hay crisis.
que empiecen de cero, que se vayan todos, por favor, echémosles, no queremos siempre a los mismos.
*MODERADO*
Y no olvidemos el resto de actores de esta novela de caballerías…
El panzudo y cansado escudero del Quijote Hermoso-Murillo que se diluye hacia su refugio dorado en el cementerio de la diputación, a paso de rucio y siempre con la bota al hombro.
Dulcinea comenta con el mesonero y al mismo tiempo jefe de los alguaciles, que cuida más de los estómagos ávidos de vino que de las caballerías desbocadas o el buen dormir de los hospedados en la ínsula, cuan de bueno es su señor que tanto ha hecho por ellos por tan poco hacer y tanto callar.
Mientras los zagales de la venta vociferan imitando las hazañas del hidalgo y pelean en el patio con los famélicos hijos de la molinera, infiel y mala madre, pretendiendo con ello matar al gigante del que han oído hablar a su héroe.
Pero, sin embargo, esos futuros rufianes de altas miras y baja escuela ya son pícaros en los azares de los juegos de naipes y no le quitan ojo al saco de huesos lleno de estertores que es ese viejo rocín llamado Puertollano, del que pretenden heredar montura para, con poco forraje y mucho látigo, seguir agotando su agonizante trote.
Tu lo has dicho Santos «…En el reino del quebranto ni hay dinero ni se le espera»
Y ese es el problema, Joaquin ya no maneja dinero… asi que… ya no le interesa esto lo mas minimo.
Debe ser dura la carga de conciencia, cuando se ha DILAPIDADO tanto dinero, para nada.
El desaparecera, y aqui nos quedaremos, pagando sus caprichos, sus obras faraonicas, su incompetencia como politico..
Por cierto; menudo revuelo hay en la ciudad con el twiter del comico que actuo la semana pasada en el auditorio de la ciudad;
¡¡¡una mas Santo Tomas¡¡¡
Que se vaya ya!!!!!! por el bien de Ouertollano y hasta por el suyo… Cuando van a comenzat a salir sus desmanes? y los del empresario amigo (el que le cede la casa de Marbella), que se ha llevado todas las obras, y porque no habia más…?