Grupo Municipal Socialista. Ayuntamiento de Ciudad Real.- Quién no ha gozado con la presencia cercana, física e incluso amante, de una persona tolerante, generosa, querida, cercana, y quién no ha sufrido la imposición, la burla, el desprecio de otras personas, intolerantes, vengativas, que no han querido entender el valor de la generosidad, de la humildad, del pensamiento ajeno, de la diversidad de pareceres, de ideas, de estímulos, de amores.
Quién no ha deseado encontrar en las otras personas seres volcados, participativos, dialogantes. Compañeras y compañeros con quien se puede y se desea vivir, con quien contigo vela por un sentido de la vida solidario, igualitario, convivido, y quién no ha soportado a tanto descerebrado violento, a aquellos que no creen en la igualdad de género, aquellos que agreden a lo que más deberían amar y no saben.
Quién no ha anhelado con todas sus fuerzas compartir pensamientos, vivencias incomprendidas, sentimientos alejados, evoluciones paralelas, y quién con su afán destructivo, intolerante, desafía cualquier intento de aproximación, de dialogo, de prestación de cariños, de entendimiento sin entender su idioma, sin saber de dónde viene, pero hermano.
Cómo agradecer a los padres y madres que nos han enseñado valores ciudadanos, esos que a unos pocos tanto les cuesta asumir, esos valores de respeto, convivencia, tolerancia, consenso, discusión en la igualdad. Es un deber que heredamos, que tenemos nosotros que transmitir a nuestros hijos e hijas, tarea importantísima en estos momentos de zozobra y desesperanza. Todos tenemos el deber de hacer ver la importancia de compartir ideas, de exponerlas, de manifestarlas, de hacerlas públicas.
Ante la libertad – palabra maravillosa-, abre la muralla, abre tu alma, trae tus manos, trae tu horizonte, trae tu rosa, desprecia el veneno de algunas palabras. ¡Qué bonita canción! Abre y cierra, abre tu puerta a la tolerancia y al respeto, ciérrala al violento y a todo aquel que desprecia la libertad de las ideas.