En el último debate a tres entre los candidatos a la presidencia de los Estadios Unidos emergió la figura de una aspirante que, aunque desconocida para el gran público, demostró una gran fuerza y carisma; características que entusiasman a los norteamericanos. Tal es así que las encuestas de población activa la sitúan en cabeza en la carrera hacia la Caspa Blanca.
Obama ha dicho de ella que «su plasticidad es asombrosa», mientras que el republicano Romney confesaba a un canal erótico local que «es preferible enfrentarse a un regimiento de marines».
