Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CNT.- La CNT quiere trasladar al resto de organizaciones sindicales con las que viene trabajando, la necesidad de avanzar con pasos concretos hacia una convocatoria de este tipo, lo que exige un plan de trabajo previo, compromisos claros y un calendario de movilizaciones con capacidad de sumar apoyos de organizaciones sindicales y movimientos sociales a nivel confederal y en distintos territorios y sectores.
Una convocatoria de huelga general, al margen y más allá de CCOO y UGT, necesita de un amplio grado de acuerdo entre las organizaciones sindicales implicadas, respeto a los distintos ritmos y procesos de decisión y una voluntad de acuerdo y trabajo en común que permita madurar una convocatoria con capacidad de romper el cerco mediático y tener un impacto social y laboral significativo, algo que hasta el momento no hemos conseguido.
No se trata tanto de fijar una fecha, sino de tomar un camino propio, estableciendo unitariamente un plan de trabajo, de acción y movilización, de recogida de apoyos hacia la huelga general. Se trata de elaborar una estrategia común, única forma de romper el monopolio del sindicalismo institucional y pactista sobre este tipo de convocatorias, evitando los errores de movilizaciones aisladas de un solo día y el desprestigio de una herramienta como la huelga general.
Desde CNT hemos trasladado a CGT nuestra la voluntad de ir a una convocatoria de huelga general desde el sindicalismo combativo, proponiendoles reconducir su iniciativa de huelga general para el 31 de octubre, que no cumple con las requisitos que estamos planteando, hacia una nueva fecha planteada colectivamente, con plazo para sumar más apoyos y elaborando un plan de trabajo real hacia la misma, lo que situábamos como mínimos en mediados de noviembre.
Creemos que el anuncio, realizado esta semana, de una probable convocatoria, para mediados de noviembre, de un paro de 24 horas por parte de CCOO y UGT, tras meses de oscilar entre las reclamaciones de negociación al gobierno y propuestas estériles y dilatorias como la de celebración de un referéndum, no debe hacer abandonar los pasos dados para tomar la iniciativa y que, por tanto, no debemos limitarnos, por parte del sindicalismo combativo, a sumarnos a una convocatoria que sea gestionada, de nuevo en exclusiva, desde los presupuestos del sindicalismo institucional.
Creemos que la inminente convocatoria de huelga general para mediados de noviembre, una convocatoria que no es ajena a la presión y la movilización social, hace que nuestro reto sea la puesta en marcha de una convocatoria y un plan de trabajo propio para esa fecha, dotándola de contenido y tratando de desbordar el modelo de paro, a veces ni de 24 horas, de CCOO y UGT.
Tenemos el reto de ir más allá a una convocatoria de huelga a la que, mucho nos tememos, CCOO y UGT no darán continuidad, conformándose con poco más que justificar su existencia como mediadores del conflicto social. Para ello, es fundamental una estrategia común del sindicalismo combativo para esta fecha y su continuidad, reconduciendo los debates y propuestas sobre una convocatoria de huelga general a la nueva situación.
Necesitamos una estrategia que nos permita salir reforzados de esta convocatoria para plantear su continuidad, nuevas convocatorias y la necesidad de ir más allá de los paros de 24 horas. Una estrategia que deberemos construir respetando los procesos unitarios, las distintas realidades sectoriales y territoriales, entre todos aquellos que tengamos una voluntad real de trazar un camino propio, rompiendo con las dinámicas del sindicalismo estéril y pactista de CCOO y UGT.
El ataque que estamos sufriendo no exige otra cosa.