Ecologistas en Acción de Ciudad Real se ha sumado a la concentración convocada el sábado 20 de octubre en Cuenca por la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear de Cuenca y la Coordinadora Estatal Antinuclear (CEAN) contra el ATC.
Ecologistas fletará un autocar que saldrá de Puertollano y hará escala en Ciudad Real, Manzanares, Tomelloso y Campo de Criptana, con destino a Villar de Cañas.
La organización se opone al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta intensidad y a toda la infraestructura asociada porque «enmascara la urgente necesidad de cerrar y desmantelar el parque nuclear español, y representar una impredecible cuenta atrás para un desastre en la región».
«La custodia de siete mil toneladas de sustancias muy contaminantes durante décadas, probablemente siglos, resulta poco tranquilizador.Más preocupante puede ser el desarrollo de instalaciones de experimentación para el reprocesamiento del plutonio gastado, lo que llevaría aparejada la construcción y explotación de un pequeño reactor», señala la organización.
Según Ecologistas, «el riesgo de fuga, por mínimo que fuese, podría llegar al río Záncara y expandirse por la cuenca del Guadiana. La seguridad de cientos de fincas que dependen de la agricultura familiar estaría en entredicho. La comercialización de productos con la denominación de origen del entorno de un cementerio nuclear no es un reclamo que anime a las consumidoras a comprarlos».
Además, considera que «la pendiente restauración hidrológica y ambiental de los acuíferos manchegos queda muy tocada con el ATC de Villar de Cañas. Tarde o temprano tendremos que acostumbrarnos a capítulos de contaminación que como es sabido no conocen límites territoriales ni fronterizos».
«Está en juego también la salud de miles de personas.Aunque en ciertos casos es difícil de demostrar, se ha comprobado la incidencia de diversos tipos de cáncer y leucemia infantil, duplicándose o triplicándose en comunidades cercanas a instalaciones atómicas en los países que utilizan esta fuente de energía», dice la organización, para la que «el ATC de Villar de Cañas es un regalo envenenado de Dolores de Cospedal a las castellano-manchegas. Es el precio que vamos a pagar, si no lo remediamos, por la ambición y el ansia de poder de este personaje y de su círculo de influencia. Es intolerable que nos convirtamos en el basurero atómico de todo el país, sin haberse dado en ningún momento un debate propicio, una transparencia informativa por parte de los gobiernos central y autonómico, una participación pública, y haber iniciado siquiera el anunciado cierre definitivo de las centrales nucleares, una de las promesas estrella de Zapatero antes de llegar a la presidencia del gobierno en 2004».