UPyD Manzanares.- La superación de los acontecimientos, desde una perspectiva de mejora, requiere la evaluación de los mismos y sobre esa evaluación al menos una reflexión autocrítica.
La celebración de las I Jornadas Medievales en Manzanares a buen seguro que tendrán quienes les canten loas sin límite. Están en su derecho y además eso está bien y es bueno, y otros nos atrevernos a una reflexión en negro sobre blanco, si se quiere un poco más crítica, pero con el ánimo tranquilo de poder colaborar con nuestra aportación a aquellos elementos de mejora que fueran susceptibles de ello. Estamos en nuestro derecho y además eso está bien y es bueno.
Vaya por delante que es de recibo manifestar acuerdo en que una iniciativa de esta índole, de entrada, luego ya veremos de salida, debe ser tenida en cuenta y observada con sanas expectativas de triunfo. Para los ámbitos festivo, lúdico, comercial, turístico, cultural e histórico deseamos que este acontecimiento alcance el mejor de los éxitos. ¡¡Qué manzanareño no lo querría así!!
No podemos, ni debemos, ser analíticos sobre la génesis y preparación de este proyecto pues eso es mas de ámbito organizativo interno y por ello, al no estar sometido al escaparate de la exhibición publica ha de ser respetado siempre. Dedicaremos nuestra reflexión a los aspectos públicos y externos de estas Jornadas Medievales.
Si diremos que a bote pronto llama la atención que se notan un par de ausencias de manera especial: Aíren y Manuel de Falla.
La prensa provincial, la más afín y proclive a quienes en estos momentos nos gobiernan, como la contraria lo habría hecho respecto de los contrarios, nos desayuna con un “Manzanares da en la diana”. Seamos un poco cautos y confiemos en que en adelante podamos mejorar. Estas jornadas, a nuestro criterio, apuntan a la diana y por ello esperamos y deseamos que a futuros mejoremos en el blanco.
Queremos resaltar que los aspectos básicos, si se logran, tendrán nuestro reconocimiento. Unión, Progreso y Democracia en Manzanares insistimos en reconocer y aplaudir lo bueno y en rechazar y criticar aquello que no nos lo parece tanto. Venga de donde venga. Ejercer de ciudadanos libres tiene eso.
Tal vez coincidimos con otros en que los efectos de retorno, cuantitativamente medidos en euros, en los resultados del balance de comercios, bares y restaurantes sea la primera cuestión plausible porque con ello se ha generado cierto dinamismo económico. Y si además a sí lo entienden los propios comerciantes mucho mejor.
Si el conjunto de los actos se proyecta con resultados cualitativos de atractivo local, y por ende con su correspondiente atracción sobre las poblaciones del entorno, estaremos ante unas perspectivas de mejora muy a tener en cuenta.
Ambas cuestiones cualicuantitativas permitirán alcanzar el objetivo diana: disponer localmente de un referente turístico, y desde ahí promover algunos otros.
Estas jornadas nos dejan una duda, a saber: el nombramiento de alcaldes medievales ¿qué viene a representar? ¿Son un fin de fiesta con una más representación honorífica? ¿Hasta la próxima fiesta medieval tendrán un papel de honor en alguna ocasión?
Ornamentación exterior
La ornamentación de las calles, ¿porque unas y otras no?, ¿cual ha sido el criterio para estos adornos? ¿Ha tenido algo que ver la delimitación interna del contorno amurallado del primitivo Manzanares?, no lo parece. Hay calles que han sido muy agraciadas por esta ornamentación y han quedado muy dignas de estas fiestas. Se ha echado en falta una decoración más acorde con el evento del propio Castillo Pilas Bonas. Es y deber ser el eje central del acontecimiento y por ello ha llamado la atención su escasa ornamentación. Da la sensación de que se ha querido ir hacia un gran acontecimiento pero con los “poderes” escasos y estas cosas hay sopesarlas mucho en estos tiempos.
Programa de actos
Parece poco cuidada la presentación del programa festivo que recoge el calendario de actos y diversos artículos de algunos estudiosos de la cuestión a rememorar como son la génesis y albores de nuestro pueblo. Es pena que los documentos y artículos historiográficos que colaboran a la argumentación y justificación de esta fiesta medieval inviten más, por su diseño, a recrearnos en los “santos” que en sus contenidos. En un futuro seguro que esto se cuidará mucho mas y podremos disfrutar de publicaciones asequibles para la mayoría de los manzanareños al objeto de cultivarnos al respecto en las mejores fuentes documentales. Recuperar la memoria medieval de nuestro pasado no se puede hacer fuera de las bases documentales específicas de la historia. Y seria gran yerro quedarnos solo con la parafernalia, el envoltorio y el chunda chunda y chin chin pun.
Exposición sobre la batalla de las Navas de Tolosa
Se ha aprovechado la ocasión para hacerla coincidir con una exposición itinerante de la Junta de Comunidades sobre la batalla de las Navas de Tolosa. La crítica en este caso no será al Ayuntamiento sino a la propia Junta Castellano Manchega. El mismo argumento: si no hay poderes suficientes mejor no quedarnos a medias. Hoy en día una exposición didáctica y cultural que se precie se ha de fundamentar en unos elementos expositivos de índole audiovisual interactivos. Esta exposición carece de todo ello y más parece quedarse a medio camino de sus pretensiones. Pero sSalvemos de todos modos el trabajo de sus autores, faltaría más.
Mercado medieval
Pudiera ser que la decisión de plantar el mercado en los paseos del río haya sido mejor valorada que la instalación en los alrededores del propio castillo. La plaza del castillo, su trasera, delantera y la explanada alrededor de la ermita de San Blas impregnaría más solera medieval. Sabemos que los “mercaderes” están satisfechos porque sus expectativas se han alcanzado. Y ello ha de ser motivo de satisfacción para todos.
Ruta de la tapa
Analizamos este aspecto en el mismo sentido que lo hemos hecho con el mercado medieval. La satisfacción de los empresarios del sector marca el listón de valoración positiva y las mejores expectativas para fortalecer en sucesivas ediciones la ruta de la tapa medieval. Pero nos consta que no todos los bares y locales que han apoyado el evento comulgan con esta idea de cierto éxito. La concentración de los eventos beneficia más a unos que otros.
Vela de armas y prendas
Esta parte del programa, planteada como más representativa y vistosa, se percibió algo triste y falta de rodaje, como no podía ser de otra manera al ser primera vez. La inauguración de las jornadas escapó de la cercanía de los ciudadanos y por su intimismo no se proyectó. Y su cierre casi resultó un poco como el dicho del rosario de la aurora. Sin embargo es este acto, y el que al final se celebró con la elección de alcaldes medievales, los que requerirían de una reflexión más extensa. Se ha representado un cortejo para reflejar la sociedad de otro tiempo. Pero en esa representación se han reproducido los roles de nuestra sociedad interpretándose a sí mismos. Se ha dejado patente que quien hoy nos gobierna pareciera ser una continuación de las diferencias de clase de entonces.
Señores y plebeyos. ¿Acaso nos imaginamos haciendo a los miembros de la corporación municipal de lanceros y siervos? ¿Por qué hasta en estas representaciones nos tragamos sin más las réplicas del status contemporáneo? Manzanares en el siglo XIII era pastoril y campestre. Entonces y ahora la dignidad de los pueblos reside en los individuos, sean estos señores o siervos. Los individuos han de conferir la dignidad a los puestos y no los puestos a los individuos. Los puestos no tienen dignidad, solo son la plataforma para manifestar la dignidad de los individuos en el ejercicio del servicio a los ciudadanos, por eso al exponer el marco representativo de otra época, mediante la mimetización de la representación en los mismos individuos y puestos de nuestro tiempo, se produce un cierto olor y tufo de politización y sectarismo que es preciso evitar a toda costa en sucesivas ediciones.
Los vecinos de la zona del Castillo manifestaron con claridad, y así se lo trasladaron a los miembros de la corporación, la falta de limpieza en la zona en la mañana del sábado tras los festejos de la noche anterior. En cualquier casa y familia después de la fiesta y el jolgorio se recoge y se limpia. Al fin los avisos ciudadanos solventaron esto porque la mañana del domingo los servicios de limpieza sí que estuvieron diligentes.
Juegos medievales
Divertidos, entretenidos, dinámicos y ágiles. Vistosos y con gran afluencia de público merecen reconocimiento y confianza en que en próximas ediciones esta sería una de las facetas a potenciar de manera concursal con la participación de “caballeros” participantes y provenientes de otras muchas localidades vecinas.
En definitiva, bien porque en términos general los ciudadanos, no todos claro está, la lluvia ya se sabe…, han valorado favorablemente este acontecimiento y querrán más y mejor para el próximo año.